Kosovo declara su independencia



- 'La república será democrática, multiétnica y no discriminatoria'

- En la votación han faltado los representantes de los ciudadanos serbios

- Serbia rechaza la secesión y promete ayudas a sus civiles para permanecer en la región

- Estados Unidos y Europa reconocen el nuevo país, pero Serbia y Rusia se oponen


PRISTINA.- El sueño -o pesadilla- de la 'Gran Serbia' ha perdido la sexta provincia de la antigua Yugoslavia, Kosovo. Dos años después de la muerte del líder serbio Slobodan Milosevic, apenas queda nada de aquel país, pues esta provincia ha seguido el camino que ya recorriesen desde 1991 Eslovenia, Croacia, Macedonia, Bosnia y Montenegro.

El Parlamento de Kosovo ha proclamado la independencia de esta provincia de forma unilateral de la República Democrática de Kosovo. La barbarie vivida por albano-kosovares y serbios en la región ha acabado con la escisión de Belgrado. Las negociaciones con Serbia sobre el estatus de Kosovo "han terminado", dijo primer ministro albano-kosovar, Hashim Thaci, para recordar que nunca hubo un atisbo de entendimiento.

"Sabemos que Kosovo es un caso especial y que no sienta ningun precedente, ya que sufrió años de conflicto y violencia, que tocó la conciencia de los paises civilizados", expuso Thaci a los representantes de los albanokosovares, pues los serbios no acudieron a la votación.

No obstante, Thaci ha hecho hincapié en las minorias y del respeto de los derechos del hombre y los ciudadanos bajo la convención europea de derechos humanos.

El primer ministro ha anunciado que Kosovo será "una república democrática, multiétnica y no discriminatoria", un país que garantizará los derechos de todas las comunidades, como impuso el plan de Martti Ahtisaari, mediador de la ONU en las conversaciones sobre el estatus de Kosovo.

"Nuestra independencia es el final de la descomposición del antigua Yugoslavia", ha declarado, aunque ha reiterado su voluntad de mantener "buena relación con la República serbia, con quien tenemos relaciones económicas, que deseamos seguir teniendo en el futuro".

"Es un momento histórico para todos los ciudadanos, independientemente de sus comunidades". Thaci ha augurado que la futura Constitución defenderá claramente a las minorías y que las propiedades de todos, como las viviendas, serán respetadas por el estado kosovar.

Además, los principales líderes kosovares, han pedido a la comunidad internacional que su país sea reconocido como estado soberano. El presidente Fatmir Sejdiu, ha invitado "a todos los países del mundo a establecer relaciones normales diplomáticas con nosotros" mientras el presidente del Parlamento, Jakup Krasniqi, pidió "reconocimiento internacional de todos los países de la ONU, donde Kosovo tiene su lugar".

Vecinos enfrentados

Las celebraciones por este hito han recorrido toda la región, donde miles miles de ciudadanos albano-kosovares han tomados las calles de ciudades como Pristina, Prizren o Djakovica, entre otras, y a los que se han sumado los habitantes de países vecinos como Albania.

Sin embargo, la felicidad no ha sido completa. En el nuevo país viven algo menos de 120.000 serbios, muchos menos que en 1999, año a partir del cual se exiliaron unos 200.000 por el acoso de los extremistas albaneses, quienes vengaban en la espiral de violencia balcánica las operaciones de limpieza étnica de Milosevic.

El primer ministro serbio, Vojislav Kostunica, ha calificado la separación kosovar como la "proclamación de un Estado falso" que viola el derecho internacional. Una opinión que comparte su gran aliada, Rusia. El presidente de la Federación Rusa, Vladimir Putin, ha criticado la doble vara de medir de la Unión Europea y comparó el caso balcánico con el español con el fin de llevar el debate sobre los nacionalismos a su campo, Osetia del Sur y Georgia, esferas de influencia rusas.

Varias delegaciones de Belgrado han viajado a los núcleos de serbios en Kosovo para pedirles que permanezcan en sus hogares. A cambio, les han prometido futuras inversiones y nuevos puestos de trabajo para "confirmar así una presencia aún más intensa de Serbia en la provincia". El Gobierno serbio ha declarado nulos e ilegales, por si acaso, cualquier proclamación de independencia albanokosovar.

Pese a que Serbia ha asegurado que no intentaría recuperar Kosovo por métodos violentos, a lo largo de la jornada se han producido algunos incidentes en el territorio kosovar. Los edificios de la UE, EEUU —principal apoyo para la independencia de las autoridades— y la ONU en la ciudad de Mitrovica han sido atacados con granadas, por lo que han tenido que ser desalojados aunque no se han producido daños significativos.

Mediación exterior

Para evitar enfrentamientos entre las distintas comunidades kosovares, EEUU y la Unión Europea han reforzado la vigilancia de los 16.000 militares que tiene allí desplegados la OTAN. Además, el 'viejo continente' mandará una misión civil (Eulex Kosovo) a la zona en los próximos meses que contará con unos 2.000 expertos, entre policías, jueces y otros funcionarios, que ayudarán al Gobierno kosovar a construir un Estado de Derecho.

El objetivo de esta operación es luchar contra el crimen organizado y la corrupción, así como garantizar el funcionamiento de la Justicia, las aduanas y el mantenimiento del orden público. Rusia, sin embargo, se opone a esta misión "ilegal" porque considera que debería contar con el apoyo de una nueva resolución del Consejo de Seguridad de la ONU.

La "acción común" en la que se basa el mandato de la misión precisa que las autoridades de Kosovo son "las creadas sobre la base de la resolución 1.244 del Consejo de Seguridad de la ONU", sin ninguna referencia a un estado independiente.
Fátima Ruiz
(Enviada especial) Agencias

La desintegración de Yugoslavia, paso a paso


VIENA.- Con la independencia de Kosovo, cuyo Parlamento ha sido convocado para declarar unilateralmente la independencia de Serbia, concluye un episodio más del proceso de desintegración de la antigua Yugoslavia, tras la secesión de Eslovenia, Croacia, Bosnia, Macedonia y Montenegro.
Antes de la unión de los diversos pueblos balcánicos tras la Primera Guerra Mundial, la región sufrió numerosas guerras bajo la dirección de las grandes potencias europeas, como la acaecida entre 1912 y 1913.
1918: tras la Primera Guerra Mundial nace el Reino de los Serbios, Croatas y Eslovenos, con el serbio Petar I Karadjordjevic como rey.

1929: el Reino pasa a llamarse Yugoslavia.

1945: abolida la monarquía por el régimen comunista de Josip Broz 'Tito', y sustituida por el Estado federativo de seis repúblicas (Eslovenia, Croacia, Bosnia, Serbia, Montenegro y Macedonia).

1980: muere Tito, presidente vitalicio de Yugoslavia. Una presidencia colectiva de ocho miembros asume el poder.

1990: disuelto el Gobierno y el Parlamento autonómico de Kosovo, abolida la autonomía.

Marzo de 1991: Los serbios de la región croata de la Krajina declaran su separación de Croacia tras tensiones en esa república.

-Junio y julio: Eslovenia y Croacia declaran su independencia. El Ejército federal yugoslavo se retira de Eslovenia tras una corta guerra. Comienzan los enfrentamientos en Croacia.

Enero de 1992: Macedonia declara su independencia.

-Febrero/marzo/abril: El 63% de los bosnios vota a favor de la secesión y se declara la independencia de Bosnia. Los serbios proclaman la 'República serbia de Bosnia'. Empieza la guerra en Bosnia. En Belgrado proclaman la República Federal de Yugoslava que engloba a Montenegro y Serbia.

Julio de 1995: tropas serbobosnias toman Srebrenica, unos 8.000 varones musulmanes son asesinados en ese enclave oriental declarado por las Naciones Unidas como 'zona protegida'.

-Agosto: Croacia recupera la Krajina en la "Operación Tormenta". Se produce un éxodo de 200.000 serbios. La OTAN comienza a bombardear objetivos serbios en Bosnia.

-Noviembre: Serbia, Croacia y Bosnia firman el acuerdo de Dayton (EEUU) para poner fin a la guerra bosnia.

-Diciembre: la OTAN despliega a 60.000 soldados en Bosnia y 5.000 cascos azules de la ONU lo hacen en Eslavonia (Croacia).

1996: en Kosovo surge la organización separatista armada albano-kosovar denominada Ejército de Liberación de Kosovo (UCK).

Febrero de 1998: comienza el conflicto entre el UCK y las fuerzas de seguridad de Serbia.

-Octubre: el presidente serbio Slobodan Milosevic firma un acuerdo de pacificación de Kosovo tras la mediación de EEUU. La OTAN suspende sus amenazas de bombardear Yugoslavia.

Marzo de 1999: tras rechazar Milosevic el despliegue de tropas aliadas en Kosovo, la OTAN lanza ataques aéreos contra Serbia.

-Mayo: el Tribunal Penal Internacional para la antigua Yugoslavia acusa a Milosevic de crímenes de guerra en Kosovo.

-Junio: con la resolución 1.244 del Consejo de Seguridad de la ONU Serbia se retira de Kosovo y se establece una administración interina de la ONU hasta una decisión final sobre el estatus.

2000: Milosevic pierde las elecciones presidenciales ante el candidato reformista Vojislav Kostunica. La Corte Constitucional ordena repetir la primera vuelta de los comicios. Se declara una huelga general, una multitud asalta el Parlamento y las fuerzas de seguridad se suman a los manifestantes. Milosevic dimite.

2001: Milosevic es detenido acusado de corrupción y abuso de poder, y es entregado al TPIY, acusado de crímenes de guerra.

2003: Serbia y Montenegro forman una unión estatal de pocas competencias comunes, con la intención de aplacar las exigencias independentistas montenegrinas.

2006: Milosevic muere en La Haya, en detención. Montenegro vota en un referéndum a favor de su separación de Serbia y en junio declara la independencia.

2007: La ONU y el Grupo de Contacto para Kosovo reconocen que las negociaciones sobre el estatus de Kosovo no tuvieron éxito. El ex guerrillero Hashim Thaçi gana las elecciones legislativas y es proclamado primer ministro de Kosovo.
EFE.

Misioneros de Alá. La fe como coladero terrorista

«Nuestras puertas están abiertas para todos. Hombres ricos, pobres, delincuentes, yihadistas. Todos deben convertirse al auténtico Islam». El hermano Kamal Ahmed es el responsable de uno de los cuatro grupos de captación que Yama'a Tabligh tiene en Islamabad.
Sonriente, siempre hablando en voz baja, tocado por un turbante blanco y con la barba obligatoria, Kamal vive con su mujer y sus tres hijos en el centro de la capital, a pocos minutos de la mezquita del Mercado de Farukia. A ella acude cada día para realizar las cinco oraciones obligatorias junto a todos los hermanos del Tabligh.

Este enviado especial ha pasado una semana en compañía de este grupo, ahora bajo sospecha tras las detenciones de los paquistaníes que pretendían atentar en Barcelona y de los que se cree que podrían estar en relación con el Tabligh. Nacido en los años veinte en la India, el Yama'a Tabligh al-Dawa (Congregación para la Propagación del Islam) es el movimiento islámico de predicación más importante del mundo y sigue los principios de la escuela Deobandi, la misma que inspiró el nacimiento de la corriente talibán.
Sus miembros viajan de forma voluntaria y usando sus propios recursos por todo el mundo para predicar en las comunidades musulmanas e intentar acercarlas a su visión de un islam renacido. El objetivo es conseguir conversiones dentro de los propios musulmanes para este islam «purista», que quieren sin mancha alguna del mundo exterior, o dicho a su manera, devolver a la mezquita a todos aquellos que se habrían alejado del Corán por la contaminación de su entorno.

Movimiento universalista

El movimiento Tabligh es universalista. Tiene el propósito de expandir su mensaje a las demás confesiones hasta conseguir que el mundo entero se convierta. «Somos pacíficos, apolíticos y las puertas están abiertas para todos. Sólo descubriendo el auténtico Islam el hombre se convierte en buen ciudadano», explica el militar retirado Humayoun Niaz, responsable del envío de hermanos a países extranjeros desde la mezquita de Zakaria, en Rawalpindi, la más importante del norte del país y lugar de espera de los hermanos mientras les tramitan los visados en las embajadas de Islamabad, con todas las facilidades puestas por parte de las autoridades paquistaníes.

Las últimas detenciones en Barcelona han encendido la alerta roja en torno a las actividades del grupo en España. Aunque los expertos no lo califican de abiertamente «terrorista», muchos coinciden en que se ha convertido en una plataforma usada por los radicales yihadistas para conseguir una base ideológica y espiritual antes de pasar a la acción. Los servicios de inteligencia occidentales también lo consideran un vehículo usado por los extremistas para viajar al extranjero sin levantar sospechas. Ambas aseveraciones, sin embargo, son puestas en duda por responsables del ISI -servicio de inteligencia paquistaní-, que aseguran: «No hay peligro alguno. Ni les conseguimos hacer luchar en la guerra contra los soviéticos, ni los actuales militantes van a atraerles a su causa».

En Pakistán cuentan con el respaldo absoluto de las autoridades, que les ofrecen importantes descuentos en los vuelos de la aerolínea nacional (PIA) para sus misiones en el extranjero o les facilitan el acceso a excedencias cuando trabajan en empresas estatales. «Se podría afirmar que cada paquistaní es un tabligh en potencia, casi todos hemos pasado por los grupos durante al menos tres días y les respetamos por su gran trabajo», afirma Mushahid Hussein, secretario general del PML-Q, partido del presidente Pervez Musharraf.

Ahora bien, según un informe de la organización Athena Intelligence, realizado en marzo de 2007 por Sol Tarrés y Javier Roldán, en España se han dado al menos cinco casos de «relación puntual» entre el Tabligh y los grupos yihadistas. El primero fue el de Hamed Abderrahman, quien, con la excusa de un viaje para estudiar en un centro de la organización en Pakistán, ingresó en un campo de entrenamiento yihadista, cruzó la frontera y combatió en Afganistán, donde después sería detenido por las tropas de la coalición y enviado a Guantánamo.

En segundo lugar, la red de Abu Dahdah -el grupo que apoyó desde España el 11-S- usó el Tabligh para captar a simpatizantes, como los marroquíes Amer Azizi, Khalid Zeimi o Mustafa El-Maymouni. A uno de los cerebros del 11-M, Serhane Abdelmajid, El Tunecino, también se le vio frecuentar grupos tabligh, al igual que al marroquí Aziz El-Bakri, asiduo de las reuniones del grupo en Barcelona antes de morir en combate en Irak. Por último, en la operación policial «La Unión», llevada a cabo en 2005, se detuvo a Mohamed Srifi Nali, cercano a los grupos de predicadores de Málaga y Sevilla donde pretendía captar a terroristas suicidas para Irak o Chechenia.

Los responsables del movimiento en Islamabad aseguran no conocer uno solo de los nombres anteriores -ni a los recientemente detenidos- e insisten en la transparencia de las actividades de la mezquita barcelonesa de Tariq Bin Ziyad, lugar que han visitado muchos de ellos de forma temporal en visitas realizadas por carretera desde suelo francés. Aunque sí reconocen que uno de los problemas a los que se enfrentan es la facilidad con que los grupos yihadistas se acercan a los más jóvenes tablighí y les empujan a la violencia, «pero en ese momento dejan de ser del tabligh», afirman. Según Humayoun Niaz, responsable del envío de hermanos al extranjero, «es posible que un 1 por ciento de nuestros hermanos se desvíen del camino», lo que supone un número considerable teniendo en cuenta que tan sólo en la última reunión internacional de la organización, que se celebró el pasado mes de noviembre en Raiwand, se dieron cita un millón y medio de personas. Un 1 por ciento de esa cantidad son 10.500 yihadistas.

Cada vez más conversiones

«Predicamos el perdón y la tolerancia, no las bombas. Esta es la verdadera yihad. Somos los talibanes auténticos, los estudiantes del Corán que predicamos de forma pacífica. El problema es que tras el 11-S las palabras "yihad" y "talibán" sólo se usan en sentido peyorativo», destaca Kemal. La fecha del 11 de Septiembre es destacada por todos como un punto de inflexión. Por un lado, sienten que ha servido para contaminar el nombre de esta religión, pero por otro reconocen que ha supuesto todo un escaparate para su expansión por el mundo, de ahí el increíble auge de los viajes del Tabligh en los últimos años: «No se habían conseguido tantas conversiones desde las época del Profeta», apunta Kemal con satisfacción.

Los tres centros principales del Tabligh se encuentran en Bangladesh, India y Pakistán. Y los grandes directores espirituales del movimiento son los ulemas Saad y Zubair, en India, y Abdul Waha, en Pakistán. Ya no hay un murshid (máxima autoridad religiosa) y el grupo se rige exclusivamente por las decisiones tomadas por una mashura (consejo) de diez miembros, tal y como lo dejó escrito en su testamento el último gran murshid de la organización, Inam ul-Hassan. Este esquema se repite desde su estructura internacional hasta el último de los grupos de barrio. El Tablig también cuenta con madrasas (escuelas coránicas) propias, fuera del control del Ministerio de Asuntos Religiosos, que usan métodos educativos particulares. Cada vez más hermanos envían a sus hijos a estos centros, que se han convertido en un punto más de captación que asegura el futuro del grupo.

Hasta la habitación de Abdul Waha, en Raiwand, a escasos kilómetros de Lahore, siguen llegando emisarios de Bin Laden y del mulá Omar pidiendo que rece por ellos, «pero siempre se ha negado y les ha acusado de usar la yihad para su propio beneficio», sentencia Humayoun, que vivió en Afganistán durante los años de los talibanes y como tablighí ha recorrido los cinco continentes.
La estructura es sólida, pero no hay registros, ni listas detalladas sobre el número de hermanos, sólo se guardan los nombres de aquellos que parten al extranjero. Tampoco se permite hacer fotografías en sus reuniones semanales. Desde los tres cuarteles generales salen directrices ideológicas únicas, cuya esencia es la predicación de los seis pilares o siffat, que abarcan todos los aspectos de la vida cotidiana para hacerla plenamente islámica: la convicción de la fe, la oración, el recuerdo constante de Dios, honrar a los demás musulmanes, la sinceridad de propósito y trabajar por la religión.

«Funcionamos de la misma manera en todo el mundo, no hay espacio para interpretaciones. Corán hay uno y lo seguimos al pie de la letra. Debemos preparar a todos los hermanos para el día del Juicio Final. La meta es el paraíso», informa Kemal.

La captación se realiza puerta a puerta. Se invita a los hermanos a acercarse a la mezquita más cercana y el vínculo nace de forma paulatina. Cuando ya se ha entrado en la dinámica de las cinco oraciones diarias, se pide un mayor compromiso. En formaciones de cinco a diez personas los nuevos tablighís conviven durante tres días en la mezquita. «Tu vida cambia. Yo soy otra persona desde el fin de mis tres días», asegura Kwaja Muhammad, militar retirado que a sus sesenta años ha pasado a formar parte del Tabligh. Ahora luce barba, reza, ha dejado el alcohol y el tabaco y le queda por delante la dura tarea de convertir a su familia, ya que «lo primero que nos va a preguntar Alá antes de juzgarnos será si hemos conseguido convertir a los más próximos».

El segundo paso abarca un período de cuatro meses en los que el grupo de hermanos viaja a Raiwand para aprender la técnica de la predicación, y emprende salidas por todo el país para realizar ejercicios prácticos. Completada esta etapa, queda por delante un período de dos años en el que cada integrante debe dedicar a la causa al menos cuarenta días al año de forma exclusiva. Al final del ciclo, uno ya está listo para salir al extranjero.

El salto de algunos jóvenes que han tenido contacto con el Tabligh a organizaciones terroristas ha sembrado de dudas las actividades de una organización con ochenta años de trabajo. Hasta ahora nunca había sido calificada de «peligrosa» por los aparatos de inteligencia de los gobiernos occidentales, pero cada vez más puertas, como la de España, están cerradas para ellos ante las dudas razonables que suscitan.

POR MIKEL AYESTARÁN. ISLAMABAD
ABC.es 03-02-2008