Plan premeditado de Irán


Irán tacha de «completo montaje teatral» las afirmaciones de los marinos británicos.

Los soldados liberados por Teherán declararon haber sufrido una "constante presión psicológica" durante su cautiverio.
El Ministerio de Exteriores iraní ha afirmado que la conferencia de prensa de los marinos británicos liberados en la que aseguraron haber sufrido una "constante presión psicológica" durante su cautiverio, fue un "completo montaje teatral".

El departamento de Exteriores califica la comparecencia ante los medios de los marinos de "propaganda teatral" que "no puede ocultar el error" de los británicos de haber "entrado ilegalmente" en las aguas iraníes.

Asimismo, la declaración de Exteriores se lamenta de que los británicos "no tengan el suficiente conocimiento de la cultura islámica y la civilización iraní para comprender la razón de que Irán haya perdonado a los militares".

Plan premeditado

En una rueda de prensa en la base naval de Chivenor (suroeste de Inglaterra), el capitán e infante de Marina Chris Air, uno de los dos soldados que leyó la declaración conjunta de los marinos, afirmó que el grupo patrullaba en aguas iraquíes, frente a la versión de Teherán, que sostiene que invadieron sus aguas jurisdiccionales.

El capitán dijo que los iraníes tenían un plan "premeditado" para proceder a su captura, les vendaron los ojos y les interrogaron "la mayoría de las noches" de los trece días que estuvieron detenidos.

Métodos incorrectos de Londres

El portavoz del Ministerio de Exteriores iraní, Mohammad Ali Hoseini, ha destacado que la rueda de prensa se montó para cubrir "la entrada ilegal en el territorio iraní".
"Ellos celebraron una conferencia de prensa pre-organizada, en la que los marinos sólo leyeron páginas dictadas", y ha resaltado que hicieron declaraciones completamente diferentes de las que realizaron en Irán, donde reconocieron haber entrado en las aguas jurisdiccionales iraníes y pidieron disculpas por ello.
"La transferencia inmediata de los marinos a una base militar, la sospecha de órdenes dictadas y la coordinación de los medios británicos y estadounidenses para difundir al mismo tiempo la rueda de prensa no pueden ocultar los documentos y las pruebas de la violación de las aguas iraníes".
Hoseini ha lamentado que el primer ministro británico, Tony Blair, "haya elegido la huida hacia adelante y justificado el error de los marinos" y ha denunciado los "métodos incorrectos" del Gobierno de Londres para "ejercer presión sobre sus militares".

EFE TEHERÁN
La jugada de Ahmadineyad

Peligroso, antisemita, demagogo... Pero también muy inteligente. El presidente iraní, Mahmoud Ahmadineyad, ha dado una lección a Reino Unido de cómo gestionar una crisis en su favor.
Si el enfrentamiento por el programa nuclear continúa, la jugada maestra de Ahmadineyad habrá de ser tenida en cuenta para las negociaciones. Con su anuncio de "perdonar" y "liberar" a los 15 soldados británicos apresados por Teherán en aguas del Golfo Pérsico como "regalo al pueblo británico", ha dejado al primer ministro británico, Tony Blair, a contrapié y ha recuperado las riendas del poder en Irán, donde era cuestionado y había perdido popularidad.

La política de Irán es clave para el mercado petrolífero dado que el país es el segundo mayor socio de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) y contra la orilla norte del estrecho de Ormuz, el cuello de botella por el que pasa la mayoría del petróleo de Oriente Medio y el 20% de la producción mundial de crudo.

Blair, horas antes, había dicho que las próximas 48 horas eran críticas y, aunque apostaba por la diplomacia, no descartaba tomar medidas "más duras". Y, lo peor, Blair ha mostrado una falta de línea: ha oscilado entre la dureza y la debilidad.

Si la liberación se produce tras un pacto secreto (hay algunas razones que aputan a ellos, como que la liberazación hace dos días de un diplomático iraní retenido en Irak y cierta flexibilidad estadounidense con cinco iraníes también detenidos en Irak), la forma en la que Ahmadineyad ha presentado en escena la situación, eludiendo un pacto, y escenificando la liberación como "un regalo", es una jugada maestra.

El presidente iraní con su maniobra ha recuperado buena parte del apoyo social que había perdido.
Hoy Ahmadineyad, que se ha encargado de que las televisiones iraníes difundiesen a todas horas las "confesiones" de los británicos, es más popular en su país que el 23 de marzo, cuando fueron apresados los soldados en aguas del Golfo Pérsico.

Ahmadineyad ha estirado la crisis todo lo necesario para reafirmar dentro de Irán el poder de los ultra-conservadores frente a los moderados pragmáticos y, a la vez, evitar un conflicto o sanciones. Una jugada que demuestra que sabe dónde están los límites en el enfrentamiento y cómo explotar las debilidades de Occidente.

¿Cuáles son las lecciones para la crisis núclear? Que Irán probablemente estirará el chicle hasta el máximo, pero que al final sabe donde esta el límite y, probablemente, buscará una salida airosa que suponga una victoria interna y, en cierta medida, deje a Occidente en el peor de los papeles posibles.

El riesgo, obviamente, es que Irán no mida bien lo que está haciendo y una de esas crisis-gestionadas se le escape de las manos.

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