Los uigures son un grupo étnico que vive en las regiones del noroeste de la República Popular China, principalmente en la Región Autónoma Uigur de Xinjiang.
Los uigures tienen su propio idioma, perteneciente al grupo túrquico de las lenguas altaicas.
Historia
Los uigures existieron como federación tribal, gobernada por los Juan Juan entre el 460 y el 545, Conocidos como los huihe o huihi en los documentos chinos, establecieron un khanato [Estado] en el siglo VIII.
Su dominio se extendió desde el Mar Caspio hasta Manchuria y duró entre el año 745 al 840 cuando fueron derrotados por los Kirguiz.
Como consecuencia de la derrota, algunos grupos de uigures emigraron hacia nuevos territorios, incluyendo las actuales regiones de Xinjiang y Gansu en la República Popular China.
Un pequeño grupo de uigures emigró hasta la actual provincia de Gansu alrededor del siglo IX. Ahí se convirtieron al Budismo tibetano. Sus descendientes aún viven en la región y son conocidos como los yugur.
Durante la dinastía Ming, los uigures estrecharon las relaciones con el resto de grupos étnicos que habitan en China. Fue la dinastía Qing la que impusó su control total sobre la zona de Xinjiang a mediados de siglo XVIII. A principios del siglo XX los uigures declararon durante un breve periodo su independencia.
La región pasó a estar bajo el control absoluto de la China comunista en 1949.
Religión
A partir del siglo X, los uigures iniciaron el proceso de conversión hacia la fe musulmana. Antes de la conversión, muchos uigures eran budistas o cristianos (nestorianos).
La religión ha influido de forma notable en los sistemas judiciales, económicos y educativos de las familias uigures. La región de Xinjiang tiene más de 15,000 mezquitas y centros de oración, uno por cada pueblo musulmán.
Separatismo
Parte de la población uigur, compuesta por ocho millones de personas, tiene sentimientos separatistas y se opone a lo que denomina preponderancia cultural impuesta por el Partido Comunista Chino en la región.
El 6 de julio de 2009, La violencia estalló en Urumqi, capital de la región autónoma de etnia uigur de Xinjiang, en el noroeste de China, luego de que creciera el malestar por cómo las autoridades manejaron una reciente crisis entre trabajadores uigures y de la etnia -han-, la mayoritaria en China.
Las autoridades chinas dijeron que al menos 156 personas pertenecientes a la minoría étnica musulmana ligur, murieron durante protestas, otras 800 personas resultaron heridas en las manifestaciones y -luego de que la policía restaurara el orden- cientos de manifestantes quedaron arrestados. Las cifras de muertos reveladas por el propio gobierno de Pekín indican que esta podría ser uno de los enfrentamientos más serios entre las autoridades y manifestantes desde la matanza de hace 20 años en la plaza de Tiananmen, en Pekín. De lograrse la separación, se les reconocería como Uyghurstan o Turquestán Oriental.[cita requerida]
Xinjiang, el otro polvorín étnico del oeste chino
La región autónoma china de Xinjiang, donde las protestas del fin de semana causaron 140 muertos, es desde hace décadas una zona de tensión étnica entre la población musulmana autóctona -principalmente uigur- y la china Han, que domina el gobierno regional y que realiza una política de colonización.
El conflicto, que acaba de vivir uno de sus episodios más trágicos, es similar al que en el vecino Tíbet (al sur de Xinjiang) se vive entre la comunidad china y la tibetana.
Una causa sin su «Dalai Lama»
Sin embargo, la ausencia de una figura de renombre tan internacional como el Dalai Lama, entre otros factores, ha dado a los independentistas uigures -exiliados en países como Turquía, EEUU o Alemania- un menor reconocimiento internacional.
Xinjiang, territorio que los independentistas denominan "Turquestán Oriental" o "Uiguristán", es la más grande de las subdivisiones administrativas chinas, con 1,6 millones de kilómetros cuadrados.
Tiene 19 millones de habitantes, de los que aproximadamente el 46 por ciento son uigures, el 39 por ciento son han (chinos propiamente dichos) y el resto pertenecen a otras etnias predominantemente musulmanas, como los kazajos, los kirguises o los hui.
Los uigures están emparentados con otros pueblos de Asia Central y con los turcos, pueblos con los que comparte similitudes lingüísticas, culturales y religiosas, además del dominio del credo musulmán.
La región fue dominada durante la historia por diversos pueblos, sobre todo, nómadas de Asia del norte y central, aunque también tuvo periodos de influencia o domino chino, en dinastías como la Tang (siglo VII) o la Qing (siglos XVII-XIX).
En medio del caos creado tras la caída del imperio chino en 1911, llegó incluso a proclamarse en la región, y en dos ocasiones, una República del Turkestán Oriental independiente, la primera en 1933-34 y la segunda en 1944-49, esta última de corte soviético e influida por la expansión de la URSS por Asia Central.
Durante décadas, distintas organizaciones han reclamado la independencia de la región, lo que se ha unido a las tensiones étnicas entre los uigures, que llevan varios siglos en la zona y dominan las áreas rurales, y los inmigrantes chinos, concentrados en las ciudades y que controlan el tejido económico y comercial, de forma similar a lo que ocurre en el Tíbet.
Las tensiones se han traducido en numerosos momentos de tensión entre chinos y uigures, como los que se produjeron en 1990 en Barem y en los que murieron unas 50 personas (al hilo de los que hubo en diversas zonas de China paralelamente a las protestas de Tiananmen en Pekín), o los de agosto del año pasado, cuando el país se preparaba para la inauguración de los Juegos Olímpicos.
El incidente más grave en la zona el año pasado ocurrió el 4 de agosto, cuatro días antes de la apertura de los Juegos, cuando según el Gobierno chino dos personas lanzaron granadas contra un puesto fronterizo en la turística ciudad de Kashgar, causando 16 muertos.
China acusa de estas cíclicas tensiones a movimientos terroristas que reclaman la independencia de la región, siendo el más destacado de ellos el Movimiento Islámico del Turquestán Oriental (ETIM), que Pekín vincula desde los atentados del 11 de septiembre con Al Qaeda.
Pero organizaciones uigures en el exilio tienen una visión muy diferente del conflicto. Encabezados por activistas como Rebiya Kadeer (exiliada en EEUU y propuesta en varias ocasiones al Nobel de la Paz) acusan a Pekín de utilizar la manida "lucha contra el terrorismo internacional" para reprimir a los uigures y otras poblaciones musulmanas.
La política central de fomento de la emigración de los chinos han a Xinjiang, o la promoción de matrimonios entre éstos y los uigures, son, según estos grupos, pruebas de que China, densamente poblada en el este pero con grandes áreas deshabitadas en el noroeste, busca llevar grandes masas de su población a la zona, con la consiguiente pérdida de la identidad cultural uigur. Al conflicto se une otro importante factor que pesa igualmente en las políticas chinas en Xinjiang.
El omnipresente petróleo
La región es una de las zonas más ricas en recursos energéticos de China, principalmente petróleo y gas natural, además de lugar de paso del crudo de Asia Central a través de los gigantescos oleoductos que unen esa zona con el este del país, más desarrollado y sediento de energía.
EFE | MADRID
6-7-2009 16:28:45
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