Este documental excelente esta prohibido en Republica Checa porque dice la verdad sobre Kosovo, representa el testimonio vivo de la verdad que los medios occidentales no quieren comunicar a la gente, para que no cambie su percepcion sobre la politica de OTAN y paises occidentales en los Balcanes y la region.
Va a revelar la verdad horrorosa de Kosovo que nadie os quiere decir, las estafas, mentiras y la propaganda la OTAN uso para justificar sus acciones, va a revelar como la gente vive en ghettos en siglo XXI, como la herencia medieval europea esta desapareciendo en primer etnocidio y genocidio en nuevo milenio, va a revelar desastre de seres humanos de otro lado, y la criminalidad de los acciones de fuerzas militares occidentales en los Balcanes, va a revelar la verdadera cara de globalismo, un documental que se tiene que ver:
El Consejo Consultivo Muyahidin dice en un comunicado colocado en internet: "Les decimos a los adoradores de la cruz que continuaremos nuestra Yihad y nunca nos detendremos hasta que Dios nos avale para cortar su cuello y enarbolar la bandera del Islam hasta gobernar en todos los pueblos y naciones" Sólo entonces lo único aceptable será la conversión o la muerte por la espada".
Bosnia, un país profundamente dividido 20 años después de la guerra
Nedim Hasic. -Sarajevo, 3 abr (EFE).- Bosnia es un país fracturado por líneas étnicas, sin apenas capacidad para consensuar su pasado ni afrontar el futuro, cuando se cumplen 20 años del inicio de la contienda más sangrienta en Europa desde la II Guerra Mundial, que enfrentó durante tres años a musulmanes, serbios y croatas.
Los dos entes autónomos que forman el país -el común de musulmanes y croatas, y el serbio- así como los tres pueblos, funcionan por su cuenta.
Las instituciones centrales, las comunes de los tres pueblos, representan un conjunto de intereses que casi nunca coinciden, con una clara falta de cooperación que permita un funcionamiento eficaz del Estado compartido.
"La guerra es todavía el elemento que domina en todos los acontecimientos de la sociedad de Bosnia-Herzegovina", declaró a Efe el analista Sacir Filandra, decano de la Facultad de Ciencias Políticas en Sarajevo.
"A muchos, me refiero a las personas en el poder, les conviene tal situación por su incapacidad para ir adelante. No hay ideas nuevas, no hay una nueva mentalidad ni entendimiento en la sociedad, y eso lo veo como el problema crucial. Estamos dando vueltas como en un círculo", consideró.
Para el futuro, el lema formal de las principales estructuras políticas es avanzar para ingresar en la Unión Europea (UE).
No obstante, desde hace más de cuatro años, entre los políticos musulmanes, serbios y croatas no hay consenso sobre las reformas para un funcionamiento consolidado de las instituciones centrales de cara a agilizar el paso a la integración euroatlántica.
Muchos serbios prefieren mantener la amplia autonomía de su entidad, los musulmanes abogan por la centralización y la abolición de los entes, y a los croatas les gustaría tener una entidad propia.
Bosnia es uno de los países más pobres de Europa y tiene un 40 % de desempleo; aún así, los temas sociales son secundarios frente a una clara agenda política nacionalista.
"Los temas nacionales son los dominantes en las elecciones, y todos los demás problemas de la vida, los asuntos sociales, de desarrollo, democráticos y otros han sido descuidados", declaró a Efe el analista Momir Dejanovic, de la ONG Centro para una Política Humana.
Según Dejanovic, pocos dicen que la guerra fue innecesaria y errónea, y "domina la tendencia de justificar la guerra como una defensa ante el otro", ya sea musulmán, serbio o croata.
"Este 'otro' es todavía un peligro del que hay que protegerse, de modo que hoy en las elecciones un 90 % de los ciudadanos dan su voto a los partidos del pueblo al que pertenecen", indicó.
Veinte años después del conflicto, los bosnios, no sólo los políticos, sino también los intelectuales o historiadores, no pueden ponerse de acuerdo ni sobre la fecha y el origen de la guerra.
El inicio oficial fue el 6 de abril de 1992, cuando la UE reconoció la independencia de Bosnia. El mismo día, los francotiradores serbobosnios dispararon contra unos manifestantes en el centro de Sarajevo.
Para los serbios, el inicio del conflicto fueron los disparos de unos delincuentes musulmanes en marzo de ese año contra un cortejo nupcial serbio, en el que murieron dos personas.
Para los musulmanes, fueron los ataques de los serbios, que tuvieron en su mano la mayoría del armamento del antiguo ejército yugoslavo, y que asediaron Sarajevo durante toda la guerra.
El cerco más largo de la historia contemporánea se cobró casi 11.000 vidas, entre ellas más de mil niños.
En lo que sí coinciden todos es en acusar a la comunidad internacional de no haber reaccionado a tiempo durante la descomposición de la antigua Yugoslavia.
El director de teatro sarajevita Haris Pasovic señaló en declaraciones a Efe que después de la muerte, en 1980, del líder comunista yugoslavo Josip Broz Tito, "se intensificaron los procesos nacionalistas en Yugoslavia, y con la caída del Telón de Acero la necesidad de tener Yugoslavia como un 'corredor' diplomático entre el este y le oeste dejó de existir".
Según Pasovic, la impresión de que EEUU no intervendría en caso de una guerra yugoslava, alentó el nacionalismo serbio, seguido de una intensificación de los procesos nacionalistas también en otros pueblos de la federación.
El analista Dragan Jerinic sostiene que después de la muerte de Tito no había persona o institución que pudiera garantizar la estabilidad, y que con la introducción del pluripartidismo se abrió el paso al nacionalismo.
"Los conflictos entre los conceptos nacionales (...) llevaron a la guerra en Yugoslavia. La más sangrienta y trágica fue en Bosnia-Herzegovina, porque dentro de sus fronteras se enfrentaban los intereses de tres comunidades nacionales (musulmanes, serbios y croatas)", según Jerinic. EFE
Los dos entes autónomos que forman el país -el común de musulmanes y croatas, y el serbio- así como los tres pueblos, funcionan por su cuenta.
Las instituciones centrales, las comunes de los tres pueblos, representan un conjunto de intereses que casi nunca coinciden, con una clara falta de cooperación que permita un funcionamiento eficaz del Estado compartido.
"La guerra es todavía el elemento que domina en todos los acontecimientos de la sociedad de Bosnia-Herzegovina", declaró a Efe el analista Sacir Filandra, decano de la Facultad de Ciencias Políticas en Sarajevo.
"A muchos, me refiero a las personas en el poder, les conviene tal situación por su incapacidad para ir adelante. No hay ideas nuevas, no hay una nueva mentalidad ni entendimiento en la sociedad, y eso lo veo como el problema crucial. Estamos dando vueltas como en un círculo", consideró.
Para el futuro, el lema formal de las principales estructuras políticas es avanzar para ingresar en la Unión Europea (UE).
No obstante, desde hace más de cuatro años, entre los políticos musulmanes, serbios y croatas no hay consenso sobre las reformas para un funcionamiento consolidado de las instituciones centrales de cara a agilizar el paso a la integración euroatlántica.
Muchos serbios prefieren mantener la amplia autonomía de su entidad, los musulmanes abogan por la centralización y la abolición de los entes, y a los croatas les gustaría tener una entidad propia.
Bosnia es uno de los países más pobres de Europa y tiene un 40 % de desempleo; aún así, los temas sociales son secundarios frente a una clara agenda política nacionalista.
"Los temas nacionales son los dominantes en las elecciones, y todos los demás problemas de la vida, los asuntos sociales, de desarrollo, democráticos y otros han sido descuidados", declaró a Efe el analista Momir Dejanovic, de la ONG Centro para una Política Humana.
Según Dejanovic, pocos dicen que la guerra fue innecesaria y errónea, y "domina la tendencia de justificar la guerra como una defensa ante el otro", ya sea musulmán, serbio o croata.
"Este 'otro' es todavía un peligro del que hay que protegerse, de modo que hoy en las elecciones un 90 % de los ciudadanos dan su voto a los partidos del pueblo al que pertenecen", indicó.
Veinte años después del conflicto, los bosnios, no sólo los políticos, sino también los intelectuales o historiadores, no pueden ponerse de acuerdo ni sobre la fecha y el origen de la guerra.
El inicio oficial fue el 6 de abril de 1992, cuando la UE reconoció la independencia de Bosnia. El mismo día, los francotiradores serbobosnios dispararon contra unos manifestantes en el centro de Sarajevo.
Para los serbios, el inicio del conflicto fueron los disparos de unos delincuentes musulmanes en marzo de ese año contra un cortejo nupcial serbio, en el que murieron dos personas.
Para los musulmanes, fueron los ataques de los serbios, que tuvieron en su mano la mayoría del armamento del antiguo ejército yugoslavo, y que asediaron Sarajevo durante toda la guerra.
El cerco más largo de la historia contemporánea se cobró casi 11.000 vidas, entre ellas más de mil niños.
En lo que sí coinciden todos es en acusar a la comunidad internacional de no haber reaccionado a tiempo durante la descomposición de la antigua Yugoslavia.
El director de teatro sarajevita Haris Pasovic señaló en declaraciones a Efe que después de la muerte, en 1980, del líder comunista yugoslavo Josip Broz Tito, "se intensificaron los procesos nacionalistas en Yugoslavia, y con la caída del Telón de Acero la necesidad de tener Yugoslavia como un 'corredor' diplomático entre el este y le oeste dejó de existir".
Según Pasovic, la impresión de que EEUU no intervendría en caso de una guerra yugoslava, alentó el nacionalismo serbio, seguido de una intensificación de los procesos nacionalistas también en otros pueblos de la federación.
El analista Dragan Jerinic sostiene que después de la muerte de Tito no había persona o institución que pudiera garantizar la estabilidad, y que con la introducción del pluripartidismo se abrió el paso al nacionalismo.
"Los conflictos entre los conceptos nacionales (...) llevaron a la guerra en Yugoslavia. La más sangrienta y trágica fue en Bosnia-Herzegovina, porque dentro de sus fronteras se enfrentaban los intereses de tres comunidades nacionales (musulmanes, serbios y croatas)", según Jerinic. EFE
Cronología del conflicto bosnio entre musulmanes, serbios y musulmanes
Sarajevo, 3 abr 2012 (EFE).- Siguiendo el ejemplo de Croacia y Eslovenia, Bosnia proclamó su independencia de la federación socialista de Yugoslavia en un referéndum en marzo de 1992, tras lo que estalló, en abril, una sangrienta guerra entre musulmanes, serbios y croatas, que duró tres años y medio (1992-1995).
El 1 de marzo de 1992, el 63 por ciento de los bosnios votó por la secesión en el plebiscito boicoteado por los serbios, y dos días después, la república declaró su soberanía.
El 6 de abril, la Unión Europea reconoció la independencia de Bosnia-Herzegovina.
El mismo día estalló la guerra, cuando centralistas serbobosnios dispararon contra un grupo de manifestantes en el centro de Sarajevo, supuestamente en represalia por el disparo, un mes antes, de unos delincuentes musulmanes contra un cortejo nupcial serbio.
El 22 de mayo, Bosnia-Herzegovina fue admitida en la ONU.
El 8 de junio, el Consejo de Seguridad de la ONU autoriza la creación de un puente aéreo a Sarajevo para suministrar ayuda humanitaria a la ciudad asediada por las tropas serbobosnias, y 20 días más tarde, los serbios entregan el aeropuerto a la ONU.
El 2 de enero de 1993, las tres partes en contienda bosnia rechazan un primer plan de paz internacional, el Vance-Owen. Prosiguen los combates.
En febrero, el Consejo de Seguridad de la ONU aprueba la creación del Tribunal Penal Internacional para la antigua Yugoslavia (TPIY) para juzgar los crímenes de guerra, y la corte queda constituida el 17 de noviembre en La Haya.
El 12 de abril, la OTAN inicia la operación de vigilancia de la zona de exclusión aérea en Bosnia, en una primera misión desde su fundación, en 1949.
El 5 de febrero de 1994, 68 civiles murieron y 197 fueron heridos por la explosión de un proyectil de artillería en el mercado central de Sarajevo, en una matanza que conmocionó al mundo.
El 18 de marzo, bosnios musulmanes y croatas firman en EEUU la formación de una federación común, y tres meses más tarde, el 18 de junio, las fuerzas armadas de las dos partes ponen fin a un año de intensa guerra.
En 29 de marzo de 1995, se cumplen mil días del puente aéreo humanitario a Sarajevo.
A finales de mayo, los aviones de la OTAN bombardean los depósitos de municiones serbobosnios en Pale, su centro militar y administrativo durante la guerra, a unos 35 kilómetros al sur de Sarajevo.
En represalia, los serbios toman como rehenes a 170 "cascos azules", que son utilizados como escudos humanos. Más tarde, fueron liberados.
El 11 de julio, las tropas serbobosnias toman el enclave protegido de Srebrenica. Más de 7.000 varones musulmanes fueron asesinados, en el peor crimen cometido en Europa después de la Segunda Guerra Mundial.
El 1 de noviembre, tras entrar en vigor una tregua, comienza en Dayton (EEUU) una conferencia de paz internacional con la asistencia de tres presidentes -el bosnio, Alia Izetbegovic; el serbio, Slobodan Milosevic, y el croata, Franjo Tudjman- y tres mediadores, EEUU, UE y Rusia.
El 21 de noviembre, bosnios, serbios y croatas llegan a un acuerdo de paz. Bosnia fue concebida como un Estado con dos entidades autónomas: la Federación musulmano-croata, con el 51 % del territorio, y la República Serbia, con el 49%.
El 5 de diciembre, llega a Bosnia un primer contingente de 60.000 efectivos de la fuerza de la OTAN (IFOR) para supervisar el cumplimiento de los acuerdos de paz.
Las primeras elecciones generales, del 14 de septiembre de 1996, supusieron la victoria de las formaciones nacionalistas.
El 22 de febrero de 2001 se constituyó por primera vez un Gobierno moderado.
El 18 de febrero de 2002, la UE aprueba hacerse cargo a partir del 1 de enero de 2003 de la misión internacional de policía, hasta ese momento encomendada a la OTAN.
En enero de ese mismo año Bosnia abre las negociaciones con la UE sobre el Acuerdo de Estabilización y Asociación, que rubrica en diciembre de 2007. Sin embargo, sigue estancada en su paso de integración comunitaria por falta de reformas y del fortalecimiento de las instituciones centrales.
Los principales acusados de la matanza de Srebrenica, el ex líder político serbobosnio Radovan Karadzic y el comandante militar Ratko Mladic fueron capturados en 2008 y en 2011, respectivamente, y entregados a la Justicia internacional, después de años de fuga. EFE
Tambores de guerra en Oriente Medio
La escalada de tensión entre Irán e Israel amenaza con convertirse en conflicto bélico. Dos buques iraníes ya cruzan el Canal de Suez
A la sensación de tensión generalizada con Irán por los comentarios continuos sobre la posibilidad de una guerra, se agregaron los sucesos de los últimos días. Ayer, una flotilla compuesta por un destructor y un buque de suministro de la Armada de Irán fondeó frente al puerto sirio de Tartus tras haber entrado en el Mediterráneo a través del Canal de Suez.
En lo que parece ser una serie de intentos de venganza contra Israel por la desaparición de científicos nucleares que Irán atribuye al Mossad, esta misma semana se han llevado a cabo atentados contra blancos israelíes en distintos países. En Nueva Delhi resultó herida la esposa de un diplomático israelí a cuyo coche adhirieron una carga explosiva; en Tibilisi, Georgia, se frenó a tiempo un atentado del mismo estilo, y en Bangkok fueron detenidos varios agentes iraníes responsables de explosiones en la capital tailandesa, pero sin haber logrado alcanzar a los blancos israelíes que buscaban.
Este tipo de situaciones siempre dan a Israel la sensación de guerra en varios frentes. Yoram Schweitzer, experto en terrorismo y Yihad Global en el Instituto de Estudios de Seguridad Nacional de Tel Aviv, cree que en el terreno hay ahora lo que llama «armonía de vengadores», en referencia a Irán y su proxy Hizbulá. «Y sugiero no creer que los atentados de esta semana fueron los últimos», advierte con firmeza. El frente del terrorismo internacional, en el que Irán ha atacado estos días, no está desconectado del programa nuclear, sino íntimamente ligado a los intentos «secretos» de frenarlo sin tener que llegar a un operativo.
De hecho, ayer el ministro británico de Exteriores, William Hague, alertó de que las pretensiones nucleares de Irán pueden desencadenar «una nueva guerra fría» en Oriente Medio, lo que podría ser un «desastre» en las relaciones internacionales. Todo aquel que lea estos días la prensa local en Israel puede sentir una profunda confusión. Atacar las instalaciones nucleares de Irán, ¿sería la solución a la amenaza que Israel percibe de la República Islámica o el comienzo de un nuevo problema? Nadie puede asegurarlo plenamente y el dilema embarga tanto a los expertos como al ciudadano de a pie.
Según una encuesta del diario «Haaretz», el 41% de los israelíes está a favor de atacar a Irán, mientras que el 39% se opone. Si bien un 20% de los encuestados dijo no saber qué es lo correcto. Y es que los propios expertos están divididos. «Tanto atacar como abstenerse de hacerlo es peligroso», dice el general Giora Eiland, ex asesor de Seguridad Nacional de Israel. No actuar, podría significar que Irán se convierta realmente en una potencia nuclear capaz de extorsionar al mundo y, lo peor para Israel, capaz de apretar el botón y lanzar la bomba atómica contra el Estado judío.
Hace tan sólo una semana, el líder supremo iraní, el ayatolá Ali Khamenai, dijo que «Israel es un cáncer que debe ser extirpado de la región». «No me parece que el primer ministro de Israel puede permitirse hacer posible esa situación», asegura el Dr. Ronen Bergman, experto en seguridad y especializado en Irán. «Sentirá que es su responsabilidad impedirlo».
Un ataque con represalias
De fondo, habrá quienes critiquen la «mentalidad de sitio» de los israelíes. Pero el Comandante en Jefe de las Fuerzas de Defensa de Israel, el Teniente General Beni Gantz, recuerda que el suyo es el único país del mundo cuya existencia misma es amenazada por un enemigo: Irán.
Por otra parte, atacar y lanzar una ofensiva militar contra Irán, tiene sus propias complicaciones. Nadie duda de que un ataque a las instalaciones del programa nuclear de Irán desencadenaría duras represalias contra Israel, probablemente en forma directa y también a través de sus «clientes» o protegidos en la zona, muy especialmente la milicia proiraní Hizbulá, en Líbano. En el «mejor» de los casos, caerían misiles en varios frentes y se estima que la gran metrópolis de Tel Aviv sería el blanco preferido.
Lo que aumenta la confusión es que por un lado crece el tono amenazante de la cúpula gubernamental –especialmente del primer ministro Benjamin Netanyahu y el ministro de Defensa, Ehud Barak– y por otro, en el terreno, parecería que cosas básicas para una situación de guerra con Irán no están listas. Pero el tono que irradia de las máximas figuras encargadas de la defensa de Israel, es de creciente advertencia. «Más tarde podría ser demasiado tarde», dijo recientemente Barak.
El operativo no sería sencillo. Además, no hay garantía de que se logre dañar seriamente el programa nuclear de Irán (cuyas instalaciones están dispersas por todo el país, muy protegidas y algunas hasta ocultas bajo tierra) y que en el «mejor» de los casos, se podría sólo retrasar un año, no neutralizarlo. Y esto, sin hablar del precio que Israel pagaría en términos, al menos, de una segura respuesta de Irán, tanto directamente como usando a sus proxys, Hizbulá y Hamas. «Cada opción tiene un precio», dijo categóricamente Barak. En pocas palabras, ahí está el dilema.
En revelaciones que hizo Barak al Dr. Ronen Bergman, experto en seguridad e inteligencia, queda claro que antes de decidir, Israel tomará en cuenta tres consideraciones claves: su habilidad de actuar en forma efectiva, la legitimidad internacional que haya para un ataque y la necesidad de acción militar.
La amenaza mundial de los ayatolás
Las exigencias de la Organización Internacional de la Energía Atómica (OIEA) para que Irán demuestre que no está construyendo la bomba atómica no han sido suficientes para convencer a Ahmadineyad. La nueva planta nuclear iraní para el enriquecimiento de uranio estará operativa en pocos días.
Antecedentes
El enfrentamiento que mantienen Irán e Israel es cada vez menos secreto. La tensión crece a medida que el régimen de los ayatolás endurece sus amenazas.
1.- Atentados
El 11 de enero un científico que trabajaba en una planta de enriquecimiento de uranio fue asesinado. Irán señaló a EE UU y a Israel de estar detrás.
2.- Bombas lapa
Una célula iraní atacó el lunes las embajadas israelíes en Bangkok, Nueva Delhi y Tibilisi. La Policía investiga la relación de los atentados.
SEGUNDO DESAFÍO. El régimen iraní ya envió dos buques de guerra a la zona en febrero de 2011. No ocurría desde 1979 - Foto: Ap
A la sensación de tensión generalizada con Irán por los comentarios continuos sobre la posibilidad de una guerra, se agregaron los sucesos de los últimos días. Ayer, una flotilla compuesta por un destructor y un buque de suministro de la Armada de Irán fondeó frente al puerto sirio de Tartus tras haber entrado en el Mediterráneo a través del Canal de Suez.
En lo que parece ser una serie de intentos de venganza contra Israel por la desaparición de científicos nucleares que Irán atribuye al Mossad, esta misma semana se han llevado a cabo atentados contra blancos israelíes en distintos países. En Nueva Delhi resultó herida la esposa de un diplomático israelí a cuyo coche adhirieron una carga explosiva; en Tibilisi, Georgia, se frenó a tiempo un atentado del mismo estilo, y en Bangkok fueron detenidos varios agentes iraníes responsables de explosiones en la capital tailandesa, pero sin haber logrado alcanzar a los blancos israelíes que buscaban.
Este tipo de situaciones siempre dan a Israel la sensación de guerra en varios frentes. Yoram Schweitzer, experto en terrorismo y Yihad Global en el Instituto de Estudios de Seguridad Nacional de Tel Aviv, cree que en el terreno hay ahora lo que llama «armonía de vengadores», en referencia a Irán y su proxy Hizbulá. «Y sugiero no creer que los atentados de esta semana fueron los últimos», advierte con firmeza. El frente del terrorismo internacional, en el que Irán ha atacado estos días, no está desconectado del programa nuclear, sino íntimamente ligado a los intentos «secretos» de frenarlo sin tener que llegar a un operativo.
De hecho, ayer el ministro británico de Exteriores, William Hague, alertó de que las pretensiones nucleares de Irán pueden desencadenar «una nueva guerra fría» en Oriente Medio, lo que podría ser un «desastre» en las relaciones internacionales. Todo aquel que lea estos días la prensa local en Israel puede sentir una profunda confusión. Atacar las instalaciones nucleares de Irán, ¿sería la solución a la amenaza que Israel percibe de la República Islámica o el comienzo de un nuevo problema? Nadie puede asegurarlo plenamente y el dilema embarga tanto a los expertos como al ciudadano de a pie.
Según una encuesta del diario «Haaretz», el 41% de los israelíes está a favor de atacar a Irán, mientras que el 39% se opone. Si bien un 20% de los encuestados dijo no saber qué es lo correcto. Y es que los propios expertos están divididos. «Tanto atacar como abstenerse de hacerlo es peligroso», dice el general Giora Eiland, ex asesor de Seguridad Nacional de Israel. No actuar, podría significar que Irán se convierta realmente en una potencia nuclear capaz de extorsionar al mundo y, lo peor para Israel, capaz de apretar el botón y lanzar la bomba atómica contra el Estado judío.
Hace tan sólo una semana, el líder supremo iraní, el ayatolá Ali Khamenai, dijo que «Israel es un cáncer que debe ser extirpado de la región». «No me parece que el primer ministro de Israel puede permitirse hacer posible esa situación», asegura el Dr. Ronen Bergman, experto en seguridad y especializado en Irán. «Sentirá que es su responsabilidad impedirlo».
Un ataque con represalias
De fondo, habrá quienes critiquen la «mentalidad de sitio» de los israelíes. Pero el Comandante en Jefe de las Fuerzas de Defensa de Israel, el Teniente General Beni Gantz, recuerda que el suyo es el único país del mundo cuya existencia misma es amenazada por un enemigo: Irán.
Por otra parte, atacar y lanzar una ofensiva militar contra Irán, tiene sus propias complicaciones. Nadie duda de que un ataque a las instalaciones del programa nuclear de Irán desencadenaría duras represalias contra Israel, probablemente en forma directa y también a través de sus «clientes» o protegidos en la zona, muy especialmente la milicia proiraní Hizbulá, en Líbano. En el «mejor» de los casos, caerían misiles en varios frentes y se estima que la gran metrópolis de Tel Aviv sería el blanco preferido.
Lo que aumenta la confusión es que por un lado crece el tono amenazante de la cúpula gubernamental –especialmente del primer ministro Benjamin Netanyahu y el ministro de Defensa, Ehud Barak– y por otro, en el terreno, parecería que cosas básicas para una situación de guerra con Irán no están listas. Pero el tono que irradia de las máximas figuras encargadas de la defensa de Israel, es de creciente advertencia. «Más tarde podría ser demasiado tarde», dijo recientemente Barak.
El operativo no sería sencillo. Además, no hay garantía de que se logre dañar seriamente el programa nuclear de Irán (cuyas instalaciones están dispersas por todo el país, muy protegidas y algunas hasta ocultas bajo tierra) y que en el «mejor» de los casos, se podría sólo retrasar un año, no neutralizarlo. Y esto, sin hablar del precio que Israel pagaría en términos, al menos, de una segura respuesta de Irán, tanto directamente como usando a sus proxys, Hizbulá y Hamas. «Cada opción tiene un precio», dijo categóricamente Barak. En pocas palabras, ahí está el dilema.
En revelaciones que hizo Barak al Dr. Ronen Bergman, experto en seguridad e inteligencia, queda claro que antes de decidir, Israel tomará en cuenta tres consideraciones claves: su habilidad de actuar en forma efectiva, la legitimidad internacional que haya para un ataque y la necesidad de acción militar.
La amenaza mundial de los ayatolás
Las exigencias de la Organización Internacional de la Energía Atómica (OIEA) para que Irán demuestre que no está construyendo la bomba atómica no han sido suficientes para convencer a Ahmadineyad. La nueva planta nuclear iraní para el enriquecimiento de uranio estará operativa en pocos días.
Antecedentes
El enfrentamiento que mantienen Irán e Israel es cada vez menos secreto. La tensión crece a medida que el régimen de los ayatolás endurece sus amenazas.
1.- Atentados
El 11 de enero un científico que trabajaba en una planta de enriquecimiento de uranio fue asesinado. Irán señaló a EE UU y a Israel de estar detrás.
2.- Bombas lapa
Una célula iraní atacó el lunes las embajadas israelíes en Bangkok, Nueva Delhi y Tibilisi. La Policía investiga la relación de los atentados.
Primavera Árabe, renacer islámico
La rebelión que barre al mundo árabe está tomando una dirección islamista. Lo que nadie sabe es si es una fase hacia el pluralismo o un peligro para las democracias.
En Túnez, islamistas salafistas atacaron un canal de televisión por programar ‘Persépolis’, película en la que se retrata al profeta Mahoma. Gran parte de la sociedad tunecina, una de las más educadas y urbanizadas del mundo árabe, rechazó la manifestación. Pero es un signo evidente de la tensión entre religión y libertad que atraviesan el país y toda la región.
"¡Allahu Akbar!". Dios es grande. El grito retumbó entre la multitud cuando Mustafa Abdul Jalil, el líder de la nueva Libia, anunció que tras la muerte de Muamar Gadafi se iba a restaurar la Sharia, la ley coránica. Esa misma noche, miles de tunecinos repitieron ese clamor, al celebrar la victoria del partido islamista Ennahda, con 41,5 por ciento de la Asamblea Constituyente, en las primeras elecciones libres del país desde la caída en enero del dictador Zine El Abidine Ben Alí. Y la semana pasada en Egipto, hasta hace meses feudo del autócrata Hosni Mubarak, el mismo grito estaba en boca de los militantes de la Hermandad Musulmana, cuando la organización anunció en El Cairo su plan de campaña para las elecciones legislativas del 28 de este mes, en las que son ultrafavoritos.
Se trata de signos inequívocos de que en los tres países que han liderado la Primavera Árabe el camino del cambio es el del islam. Y de que la libertad que conquistaron en los últimos meses no va a traducirse en una sociedad secular, laica y moderna. Esa vía asusta a muchos demócratas que advierten que los pueblos están arriesgando sus revoluciones y pueden pasar de las dictaduras a las teocracias. Temores que en parte ignoran que el islam político parece estar reinventándose, con bases más tolerantes, abiertas y adaptadas al siglo XXI.
El éxito de los islamistas no es una sorpresa. Según le explicó a SEMANA Mansouria Mokhefi, directora del programa para el Magreb y el Medio Oriente del Instituto Francés de Relaciones Internacionales, "por años, en el norte de África se combatió el islam político; los dictadores trataron de erradicarlo. Es inevitable que deseen partidos limpios, alejados de la corrupción, de los engaños y también reconectarse con parte de su identidad cultural y religiosa, ahogada por las dictaduras".
Ennahda, o Renacimiento en árabe, fue fundado en los ochenta, inspirado en la Hermandad Musulmana egipcia. Cientos de militantes pasaron por las cámaras de tortura y las cárceles de Ben Alí. Su líder, Rachid Ghanuchi, amenazado con una pena de muerte, huyó en 1991 a Londres. En Egipto, la Hermandad Musulmana calcula que perdió miles de militantes, asesinados por los esbirros de Mubarak. Pero estos movimientos sobrevivieron por décadas en la clandestinidad. Y es natural que una vez caído el tirano, los votantes los recompensen por su tenacidad.
Ennahda además fue el único movimiento que nunca colaboró con Ben Alí, que no solo se desplomó por su poder despótico, sino también por su corrupción. En las urnas muchos recompensaron la transparencia de los islamistas. Tampoco hay que olvidar que uno de los cinco pilares del islam es la caridad, una obligación para los creyentes. Y las organizaciones islámicas tienen redes de asistencia que llegan a las regiones más pobres. Y eso, a la hora de votar, es imparable.
Es justamente esa fusión entre religión y política la que tiene a muchos alarmados, pues temen la imposición de un modelo intolerante, extremista, en el que el velo islámico sea obligatorio, las mujeres no puedan trabajar y el alcohol esté prohibido. Ennahda promete seguir el modelo turco, donde el partido islámico AKP de Recep Erdogan lleva nueve años gobernando un Estado laico sin mayores tensiones. Ghanuchi aseguró que no va a imponer una Constitución religiosa e insistió en que "sufrimos las violaciones de los derechos humanos. En el exilio aprendimos lo que es la democracia, mi mujer trabaja, mis hijas estudiaron, una de ellas no viste el velo. Somos un partido político, no religioso, como la democracia cristiana en Alemania".
Pero muchos citan declaraciones del líder de Ennahda en las que comparó la visita de Juan Pablo II en 1996 al "viaje de un cruzado" o su libro en el que escribió que "un estado islámico (como Túnez, según su Constitución) no tiene sentido mientras la Sharia no sea la fuente principal de la legislación". O una confesión reciente, en la que lamentó que sus compatriotas mezclen el francés y el árabe, lo que compromete la santidad del idioma del profeta. Todo ello prueba, dicen sus contrincantes, que los islamistas son lobos disfrazados de ovejas.
Son los mismos que evocan el fantasma de la guerra civil de Argelia. En las elecciones de 1992, las primeras libres desde la independencia, el Frente Islámico de Salvación (FIS) barrió. El miedo se tomó las clases dirigentes y los gobiernos occidentales, que respaldaron un golpe de Estado que canceló el escrutinio. Fue el principio de la "Década negra", de masacres, atentados terroristas y horrores que acabaron con por lo menos 60.000 vidas. Algunos, en el sentido contrario, también recordaron la revolución de Irán, que cambió en 1979 la dictadura del Sha por la teocracia de los ayatolás y convirtió al país en un bastión del fundamentalismo.
Esos temores son irracionales para Mokhefi: "La victoria de Ennahda es un éxito relativo. Más de 60 por ciento de los tunecinos no votaron por él". Por eso, desde ya se anunciaron alianzas con partidos de izquierda, laicos y modernistas. En Egipto, la Hermandad Musulmana dijo que solo iba a presentar candidatos para la mitad de las curules del Parlamento, para no tener la mayoría absoluta. En Libia, el anuncio de imponer la Sharia puede que sea más preocupante. Sin embargo, la ley coránica puede ser interpretada de forma ortodoxa, como en Arabia Saudita, o moderada, como en Egipto, donde es la base de la Constitución, lo que no evita que haya leyes seculares.
Además, el islam político no es una fuerza monolítica. Tan solo en Túnez decenas de partidos y grupúsculos islamistas se presentaron a las elecciones. Los hay de centro, conservadores e incluso de izquierda moderada. Los salafistas, los más extremistas, son una minoría que en Egipto no tiene más de 5 por ciento de las intenciones de votos. Y los grandes partidos islamistas, como la Hermandad Musulmana y Ennahda, saben que pocos jóvenes admiran a los talibanes o las anacrónicas tesis de Al Qaeda.
Así, varios musulmanes califican de simplistas y paranoicas las reacciones occidentales. El periódico tunecino La Presse lo dejó claro en su editorial del 30 de octubre: "Algunos columnistas franceses son repugnantes. Hacen un análisis salvaje. Escuchándolos, la Túnez de octubre de 2011 es el Irán de 1979. Son tendenciosos, con prejuicios abusivos que deforman la realidad. Pues más allá de los resultados y de las ideologías, el sufragio popular se expresó. En toda soberanía".
Por eso, cuando los periodistas entrevistaron a tunecinos que se aprestaban a votar, a pocos les preocupó el favoritismo de los islamistas. Uno de ellos le dijo a Kapitalis, un portal tunecino, "ya ganamos, estamos votando libremente por primera vez". Pues es claro que no solo estaba en juego el partido ganador, sino todo lo que también es esencial en democracia: transparencia electoral, participación masiva, no violencia. Y los tunecinos respondieron con creces. Y eso, en un país que salió de una dictadura hace apenas ocho meses, ya es una razón para celebrar.
Sin duda, la libertad y la religión son aspiraciones esenciales para los árabes, y no pueden ser ignoradas. Por eso un islam moderado, democrático y pluralista debe tener una oportunidad. Ennahda y los Hermanos Musulmanes tienen esa enorme responsabilidad. El futuro de la Primavera Árabe depende de ellos.
En Túnez, islamistas salafistas atacaron un canal de televisión por programar ‘Persépolis’, película en la que se retrata al profeta Mahoma. Gran parte de la sociedad tunecina, una de las más educadas y urbanizadas del mundo árabe, rechazó la manifestación. Pero es un signo evidente de la tensión entre religión y libertad que atraviesan el país y toda la región.
"¡Allahu Akbar!". Dios es grande. El grito retumbó entre la multitud cuando Mustafa Abdul Jalil, el líder de la nueva Libia, anunció que tras la muerte de Muamar Gadafi se iba a restaurar la Sharia, la ley coránica. Esa misma noche, miles de tunecinos repitieron ese clamor, al celebrar la victoria del partido islamista Ennahda, con 41,5 por ciento de la Asamblea Constituyente, en las primeras elecciones libres del país desde la caída en enero del dictador Zine El Abidine Ben Alí. Y la semana pasada en Egipto, hasta hace meses feudo del autócrata Hosni Mubarak, el mismo grito estaba en boca de los militantes de la Hermandad Musulmana, cuando la organización anunció en El Cairo su plan de campaña para las elecciones legislativas del 28 de este mes, en las que son ultrafavoritos.
Se trata de signos inequívocos de que en los tres países que han liderado la Primavera Árabe el camino del cambio es el del islam. Y de que la libertad que conquistaron en los últimos meses no va a traducirse en una sociedad secular, laica y moderna. Esa vía asusta a muchos demócratas que advierten que los pueblos están arriesgando sus revoluciones y pueden pasar de las dictaduras a las teocracias. Temores que en parte ignoran que el islam político parece estar reinventándose, con bases más tolerantes, abiertas y adaptadas al siglo XXI.
El éxito de los islamistas no es una sorpresa. Según le explicó a SEMANA Mansouria Mokhefi, directora del programa para el Magreb y el Medio Oriente del Instituto Francés de Relaciones Internacionales, "por años, en el norte de África se combatió el islam político; los dictadores trataron de erradicarlo. Es inevitable que deseen partidos limpios, alejados de la corrupción, de los engaños y también reconectarse con parte de su identidad cultural y religiosa, ahogada por las dictaduras".
Ennahda, o Renacimiento en árabe, fue fundado en los ochenta, inspirado en la Hermandad Musulmana egipcia. Cientos de militantes pasaron por las cámaras de tortura y las cárceles de Ben Alí. Su líder, Rachid Ghanuchi, amenazado con una pena de muerte, huyó en 1991 a Londres. En Egipto, la Hermandad Musulmana calcula que perdió miles de militantes, asesinados por los esbirros de Mubarak. Pero estos movimientos sobrevivieron por décadas en la clandestinidad. Y es natural que una vez caído el tirano, los votantes los recompensen por su tenacidad.
Ennahda además fue el único movimiento que nunca colaboró con Ben Alí, que no solo se desplomó por su poder despótico, sino también por su corrupción. En las urnas muchos recompensaron la transparencia de los islamistas. Tampoco hay que olvidar que uno de los cinco pilares del islam es la caridad, una obligación para los creyentes. Y las organizaciones islámicas tienen redes de asistencia que llegan a las regiones más pobres. Y eso, a la hora de votar, es imparable.
Es justamente esa fusión entre religión y política la que tiene a muchos alarmados, pues temen la imposición de un modelo intolerante, extremista, en el que el velo islámico sea obligatorio, las mujeres no puedan trabajar y el alcohol esté prohibido. Ennahda promete seguir el modelo turco, donde el partido islámico AKP de Recep Erdogan lleva nueve años gobernando un Estado laico sin mayores tensiones. Ghanuchi aseguró que no va a imponer una Constitución religiosa e insistió en que "sufrimos las violaciones de los derechos humanos. En el exilio aprendimos lo que es la democracia, mi mujer trabaja, mis hijas estudiaron, una de ellas no viste el velo. Somos un partido político, no religioso, como la democracia cristiana en Alemania".
Pero muchos citan declaraciones del líder de Ennahda en las que comparó la visita de Juan Pablo II en 1996 al "viaje de un cruzado" o su libro en el que escribió que "un estado islámico (como Túnez, según su Constitución) no tiene sentido mientras la Sharia no sea la fuente principal de la legislación". O una confesión reciente, en la que lamentó que sus compatriotas mezclen el francés y el árabe, lo que compromete la santidad del idioma del profeta. Todo ello prueba, dicen sus contrincantes, que los islamistas son lobos disfrazados de ovejas.
Son los mismos que evocan el fantasma de la guerra civil de Argelia. En las elecciones de 1992, las primeras libres desde la independencia, el Frente Islámico de Salvación (FIS) barrió. El miedo se tomó las clases dirigentes y los gobiernos occidentales, que respaldaron un golpe de Estado que canceló el escrutinio. Fue el principio de la "Década negra", de masacres, atentados terroristas y horrores que acabaron con por lo menos 60.000 vidas. Algunos, en el sentido contrario, también recordaron la revolución de Irán, que cambió en 1979 la dictadura del Sha por la teocracia de los ayatolás y convirtió al país en un bastión del fundamentalismo.
Esos temores son irracionales para Mokhefi: "La victoria de Ennahda es un éxito relativo. Más de 60 por ciento de los tunecinos no votaron por él". Por eso, desde ya se anunciaron alianzas con partidos de izquierda, laicos y modernistas. En Egipto, la Hermandad Musulmana dijo que solo iba a presentar candidatos para la mitad de las curules del Parlamento, para no tener la mayoría absoluta. En Libia, el anuncio de imponer la Sharia puede que sea más preocupante. Sin embargo, la ley coránica puede ser interpretada de forma ortodoxa, como en Arabia Saudita, o moderada, como en Egipto, donde es la base de la Constitución, lo que no evita que haya leyes seculares.
Además, el islam político no es una fuerza monolítica. Tan solo en Túnez decenas de partidos y grupúsculos islamistas se presentaron a las elecciones. Los hay de centro, conservadores e incluso de izquierda moderada. Los salafistas, los más extremistas, son una minoría que en Egipto no tiene más de 5 por ciento de las intenciones de votos. Y los grandes partidos islamistas, como la Hermandad Musulmana y Ennahda, saben que pocos jóvenes admiran a los talibanes o las anacrónicas tesis de Al Qaeda.
Así, varios musulmanes califican de simplistas y paranoicas las reacciones occidentales. El periódico tunecino La Presse lo dejó claro en su editorial del 30 de octubre: "Algunos columnistas franceses son repugnantes. Hacen un análisis salvaje. Escuchándolos, la Túnez de octubre de 2011 es el Irán de 1979. Son tendenciosos, con prejuicios abusivos que deforman la realidad. Pues más allá de los resultados y de las ideologías, el sufragio popular se expresó. En toda soberanía".
Por eso, cuando los periodistas entrevistaron a tunecinos que se aprestaban a votar, a pocos les preocupó el favoritismo de los islamistas. Uno de ellos le dijo a Kapitalis, un portal tunecino, "ya ganamos, estamos votando libremente por primera vez". Pues es claro que no solo estaba en juego el partido ganador, sino todo lo que también es esencial en democracia: transparencia electoral, participación masiva, no violencia. Y los tunecinos respondieron con creces. Y eso, en un país que salió de una dictadura hace apenas ocho meses, ya es una razón para celebrar.
Sin duda, la libertad y la religión son aspiraciones esenciales para los árabes, y no pueden ser ignoradas. Por eso un islam moderado, democrático y pluralista debe tener una oportunidad. Ennahda y los Hermanos Musulmanes tienen esa enorme responsabilidad. El futuro de la Primavera Árabe depende de ellos.
Duros combates entre el Ejército y rebeldes musulmanes en Filipinas
¿Puede existir paz en cualquier país del mundo cuando entre sus habitantes vive una mayoría que profesa el islam? ¿Podéis informarme de un solo país que conviva pacíficamente con los musulmanes, cuando estos consiguen ser mayoría, que respeten la pluralidad religiosa, y no organice revueltas para apoderarse de los territorios que han invadido? Europa tampoco se salva, revueltas en Londres, Paris, Berlín...
Casi cuatro décadas de conflicto étnico, religioso y tribal han ocasionado miles de muertos de los dos bandos y cerca de dos millones de refugiados en una de las áreas más pobres del archipiélago.
Unos 200 soldados y policías filipinos han asaltado la guarida de un grupo de rebeldes en la isla de Mindanao
Manila (EFE).- Unos 200 soldados y policías filipinos, apoyados por artillería y carros blindados, han asaltado hoy la guarida de un grupo de rebeldes musulmanes dedicados a los secuestros y la extorsión en la isla de Mindanao, en el sur de Filipinas.
"El bombardeo comenzó sobre las once y media. Hay unos cien bandidos bien armados escondidos en búnkeres y trincheras", explicó el portavoz en funciones del Ejército, el comandante Harold Cabunoc, según la televisión GMA.
El operativo en la aldea de Payao, circunscrita en la provincia de Zamboanga Sibugay, es para desmantelar este grupo rebelde y capturar a su jefe, Juaning Abdulsalam.
Cabunoc también indicó que exigirán al Frente Moro de Liberación Islámica (FMLI), la principal organización islámica separatista de Filipinas, que entregue voluntariamente a los hombre que la semana pasada mataron a 19 soldados.
"O nos entregan a los criminales o las Fuerzas Armadas y la Policía Nacional tendrán que cumplir con su mandato" y detenerlos, señaló Cabunoc."Si no son capaces de controlar sus hombres, tendrán que dejarnos entrar (en sus territorios) y permitir que nosotros hagamos el nuestro", manifestó Cabunoc.
El Ejército presentará al FMLI una lista con los nombres de las personas sospechosas de haber participado en los recientes atentados en Lanao del Sur, Zamboanga Sibugay y la isla de Basilan.
El portavoz militar descartó que el bombardeo contra la banda de Absulsalam o la persecución de los rebeldes del FMLI supongan una violación del alto el fuego en vigencia.
El Gobierno y el FMLI retomaron las conversaciones de paz en febrero, pero unas semanas después la asociación rebelde sufrió la escisión de un comando que rehusó renunciar a la independencia de la zona de influencia musulmana en el sur de Filipinas.
El FMLI nació de una división similar en el seno del Frente Moro de Liberación Nacional, cuando este se aceptó negociar una solución que no fuese la independencia, y fue constituido formalmente en 1984.
La organización cuenta en la actualidad con unos 12.000 militantes.Casi cuatro décadas de conflicto étnico, religioso y tribal han ocasionado miles de muertos de los dos bandos y cerca de dos millones de refugiados en una de las áreas más pobres del archipiélago.
Casi cuatro décadas de conflicto étnico, religioso y tribal han ocasionado miles de muertos de los dos bandos y cerca de dos millones de refugiados en una de las áreas más pobres del archipiélago.
Unos 200 soldados y policías filipinos han asaltado la guarida de un grupo de rebeldes en la isla de Mindanao
Manila (EFE).- Unos 200 soldados y policías filipinos, apoyados por artillería y carros blindados, han asaltado hoy la guarida de un grupo de rebeldes musulmanes dedicados a los secuestros y la extorsión en la isla de Mindanao, en el sur de Filipinas.
"El bombardeo comenzó sobre las once y media. Hay unos cien bandidos bien armados escondidos en búnkeres y trincheras", explicó el portavoz en funciones del Ejército, el comandante Harold Cabunoc, según la televisión GMA.
El operativo en la aldea de Payao, circunscrita en la provincia de Zamboanga Sibugay, es para desmantelar este grupo rebelde y capturar a su jefe, Juaning Abdulsalam.
Cabunoc también indicó que exigirán al Frente Moro de Liberación Islámica (FMLI), la principal organización islámica separatista de Filipinas, que entregue voluntariamente a los hombre que la semana pasada mataron a 19 soldados.
"O nos entregan a los criminales o las Fuerzas Armadas y la Policía Nacional tendrán que cumplir con su mandato" y detenerlos, señaló Cabunoc."Si no son capaces de controlar sus hombres, tendrán que dejarnos entrar (en sus territorios) y permitir que nosotros hagamos el nuestro", manifestó Cabunoc.
El Ejército presentará al FMLI una lista con los nombres de las personas sospechosas de haber participado en los recientes atentados en Lanao del Sur, Zamboanga Sibugay y la isla de Basilan.
El portavoz militar descartó que el bombardeo contra la banda de Absulsalam o la persecución de los rebeldes del FMLI supongan una violación del alto el fuego en vigencia.
El Gobierno y el FMLI retomaron las conversaciones de paz en febrero, pero unas semanas después la asociación rebelde sufrió la escisión de un comando que rehusó renunciar a la independencia de la zona de influencia musulmana en el sur de Filipinas.
El FMLI nació de una división similar en el seno del Frente Moro de Liberación Nacional, cuando este se aceptó negociar una solución que no fuese la independencia, y fue constituido formalmente en 1984.
La organización cuenta en la actualidad con unos 12.000 militantes.Casi cuatro décadas de conflicto étnico, religioso y tribal han ocasionado miles de muertos de los dos bandos y cerca de dos millones de refugiados en una de las áreas más pobres del archipiélago.
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Bali, el paraíso amenazado
Verdes arrozales, bucles de olas tentadoras, ceremonias cautivadoras, danzas hipnotizantes y playas, decenas de paradisíacas playas. Todo eso y mucho más es Bali, una de las islas más turísticas y visitadas del planeta; un rincón para perderse con más de 3.000 años de antigüedad. Este edén indonesio ubicado en medio del océano Índico, antaño alejado de estrategias y disputas geopolíticas, vuelve a situarse de nuevo en el ojo del huracán con motivo del décimo aniversario del 11-S.
Y es que, según han publicado en las últimas semanas medios locales, la isla vuelve a estar amenazada por Al Qaeda, quien podría estar diseñando una sangrienta ola de atentados en el sudeste asiático a raíz del asesinato de Osama Bin Laden a manos de los cuerpos especiales norteamericanos. Hasta el momento, se trata solo de una advertencia por parte de los terroristas, pero ha bastado para que el gobierno indonesio incremente las medidas de seguridad en sus aeropuertos, edificios públicos y zonas turísticas.
En Bali, por ejemplo, en los últimos días se han intensificado los controles policiales en los centros comerciales y lugares de ocio, donde se registran vehículos y personas que pudieran ser sospechosas. Además, ahora que se cumplen diez años del 11-S, se ha vuelto a poner bajo sospecha a algunos miembros destacados de la comunidad musulmana de la isla, que estuvieron detrás de los dramáticos atentados de 2002 y 2005, que costaron la vida a cerca de 300 personas, la mayoría turistas australianos, norteamericanos y europeos.
La Yemaa Islamiya, organización integrista islámica vinculada a Al Qaeda, fue desde el primer momento la principal sospechosa de la masacre que causó 202 muertos el 12 de octubre de 2002 en Bali. Posteriormente, el desarrollo de las investigaciones confirmaron que detrás del atentado estaba Imam Samudra, jefe de operaciones en Indonesia de dicho grupo. Éste fue detenido el 21 de noviembre en Indonesia y posteriormente ejecutado -junto a otras dos personas- tras ser considerado el cerebro de aquel brutal ataque.
La Yemaa, sin embargo, nunca logró ser desarticulada, y según fuentes del gobierno indonesio aún cuenta con unos 200 miembros que siguen aspirando a formar un Estado islámico que integre Malasia, Singapur, Indonesia y Filipinas. Su líder espiritual es el clérigo indonesio Abu Bakar Bashir, a quien Estados Unidos incluye en su lista de terroristas internacionales. El pasado mes de mayo, la Fiscalía de Indonesia retiró por falta de pruebas los dos cargos más graves que aún pesaban contra Bashir, y pidió la cadena perpetua por un delito de financiación de grupo terrorista. Los fiscales reconocieron que los cargos de proveer armas y explosivos, así como la incitación de actos terroristas, no pueden ser probados de forma convincente.
La Yemaa nunca logró ser desarticulada y, al parecer, aún cuenta con unos 200 miembros
Bashir, de 72 años, y que ya fue condenado en el pasado por su vinculación con el terrorismo islámico, ha criticado duramente este juicio y a las autoridades porque le hacen parecer “a los ojos del público como el Osama Bin Laden de Indonesia”. Bakar Bashir, que califica a Bin Laden de “mártir”, fue detenido en agosto de 2010 en Java en relación a una célula terrorista que supuestamente contaba con su apoyo y que había sido desarticulada seis meses antes en la provincia de Aceh, en el norte de la isla de Sumatra. Es la tercera vez que este ulema es procesado por incitar a la violencia contra los no musulmanes en Indonesia. Abu Bakar Bashir pasó dos años y dos meses en prisión por instigar los atentados de 2002, y también se le vinculó con el perpetrado en 2005, que causó la muerte a 26 personas y heridas a más de un centenar.
Conocida como JI (por sus siglas en inglés), la Yemaa Islamiya ya planeó un ataque con bombas contra la embajada de Australia y otros objetivos occidentales en Singapur en 2001. Las autoridades singapurenses frustraron el intento de atentado y anunciaron la detención de 21 presuntos miembros del grupo. Se cree que la mayoría de ellos recibieron entrenamiento en los campos de Al Qaeda en Afganistán. Rohan Gunaratna, autor del estudio Inside Al Qaeda sobre la red responsable del 11-S, sostiene que el ataque de Bali iba dirigido contra ciudadanos australianos, americanos y de otras nacionalidades europeas, entre ellas España. Según él, sigue existiendo una presencia activa tanto del grupo de Bin Laden como de su brazo asiático, la Yemaa Islamiya, en la zona. “La JI invierte muchos recursos antes de llevar a cabo una acción terrorista, para decidir quiénes serán sus víctimas”, declara Gunaratna, uno de los mayores expertos en terrorismo islámico.
Tras los sucesos acaecidos en 2002, que se repitieron dramáticamente tres años después, Bali, el principal reclamo turístico de Indonesia, tuvo graves pérdidas económicas, ya que los atentados se produjeron en Kuta Beach, la mayor localidad de la isla y zona que aglutina el mayor número de alojamientos, restaurantes, discotecas y clubes de todo el país.
El tinerfeño Tomás Perdigón, que lleva más de 20 años residiendo en Bali, reconoce que “después de los atentados de 2002 hubo una desbandada general; mucha gente se agolpaba en el aeropuerto queriendo salir del país, incluso personas que ya tenían establecida su residencia aquí”. “Algunos españoles resultaron heridos leves, pero no hubo víctimas nacionales”, añade Tomás, quien asegura que “Bali tardó mucho tiempo en recuperarse de aquello, y cuando lo estaba haciendo volvió a ser golpeada tres años después”.
Por eso, deja claro que “si fueran ciertas estas amenazas de Al Qaeda, de nuevo podría haber mucha gente que se marchara o que dejara de venir a Bali, una isla que siempre ha tenido una atracción especial para la gente”. Él y su esposa, nacidos en el Puerto de la Cruz, se salvaron de milagro, ya que apenas diez minutos antes de la explosión del artefacto colocado en el Sari Club, habían pasado en coche por la puerta del local, uno de los más conocidos y concurridos de la zona. El lugar, en el que ahora existe un monumento en recuerdo de las víctimas, es visitado diariamente por familiares y conocidos de los fallecidos, que depositan fotografías y ramos de flores sobre el mismo.
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Y es que, según han publicado en las últimas semanas medios locales, la isla vuelve a estar amenazada por Al Qaeda, quien podría estar diseñando una sangrienta ola de atentados en el sudeste asiático a raíz del asesinato de Osama Bin Laden a manos de los cuerpos especiales norteamericanos. Hasta el momento, se trata solo de una advertencia por parte de los terroristas, pero ha bastado para que el gobierno indonesio incremente las medidas de seguridad en sus aeropuertos, edificios públicos y zonas turísticas.
En Bali, por ejemplo, en los últimos días se han intensificado los controles policiales en los centros comerciales y lugares de ocio, donde se registran vehículos y personas que pudieran ser sospechosas. Además, ahora que se cumplen diez años del 11-S, se ha vuelto a poner bajo sospecha a algunos miembros destacados de la comunidad musulmana de la isla, que estuvieron detrás de los dramáticos atentados de 2002 y 2005, que costaron la vida a cerca de 300 personas, la mayoría turistas australianos, norteamericanos y europeos.
La Yemaa Islamiya, organización integrista islámica vinculada a Al Qaeda, fue desde el primer momento la principal sospechosa de la masacre que causó 202 muertos el 12 de octubre de 2002 en Bali. Posteriormente, el desarrollo de las investigaciones confirmaron que detrás del atentado estaba Imam Samudra, jefe de operaciones en Indonesia de dicho grupo. Éste fue detenido el 21 de noviembre en Indonesia y posteriormente ejecutado -junto a otras dos personas- tras ser considerado el cerebro de aquel brutal ataque.
La Yemaa, sin embargo, nunca logró ser desarticulada, y según fuentes del gobierno indonesio aún cuenta con unos 200 miembros que siguen aspirando a formar un Estado islámico que integre Malasia, Singapur, Indonesia y Filipinas. Su líder espiritual es el clérigo indonesio Abu Bakar Bashir, a quien Estados Unidos incluye en su lista de terroristas internacionales. El pasado mes de mayo, la Fiscalía de Indonesia retiró por falta de pruebas los dos cargos más graves que aún pesaban contra Bashir, y pidió la cadena perpetua por un delito de financiación de grupo terrorista. Los fiscales reconocieron que los cargos de proveer armas y explosivos, así como la incitación de actos terroristas, no pueden ser probados de forma convincente.
La Yemaa nunca logró ser desarticulada y, al parecer, aún cuenta con unos 200 miembros
Bashir, de 72 años, y que ya fue condenado en el pasado por su vinculación con el terrorismo islámico, ha criticado duramente este juicio y a las autoridades porque le hacen parecer “a los ojos del público como el Osama Bin Laden de Indonesia”. Bakar Bashir, que califica a Bin Laden de “mártir”, fue detenido en agosto de 2010 en Java en relación a una célula terrorista que supuestamente contaba con su apoyo y que había sido desarticulada seis meses antes en la provincia de Aceh, en el norte de la isla de Sumatra. Es la tercera vez que este ulema es procesado por incitar a la violencia contra los no musulmanes en Indonesia. Abu Bakar Bashir pasó dos años y dos meses en prisión por instigar los atentados de 2002, y también se le vinculó con el perpetrado en 2005, que causó la muerte a 26 personas y heridas a más de un centenar.
Conocida como JI (por sus siglas en inglés), la Yemaa Islamiya ya planeó un ataque con bombas contra la embajada de Australia y otros objetivos occidentales en Singapur en 2001. Las autoridades singapurenses frustraron el intento de atentado y anunciaron la detención de 21 presuntos miembros del grupo. Se cree que la mayoría de ellos recibieron entrenamiento en los campos de Al Qaeda en Afganistán. Rohan Gunaratna, autor del estudio Inside Al Qaeda sobre la red responsable del 11-S, sostiene que el ataque de Bali iba dirigido contra ciudadanos australianos, americanos y de otras nacionalidades europeas, entre ellas España. Según él, sigue existiendo una presencia activa tanto del grupo de Bin Laden como de su brazo asiático, la Yemaa Islamiya, en la zona. “La JI invierte muchos recursos antes de llevar a cabo una acción terrorista, para decidir quiénes serán sus víctimas”, declara Gunaratna, uno de los mayores expertos en terrorismo islámico.
Tras los sucesos acaecidos en 2002, que se repitieron dramáticamente tres años después, Bali, el principal reclamo turístico de Indonesia, tuvo graves pérdidas económicas, ya que los atentados se produjeron en Kuta Beach, la mayor localidad de la isla y zona que aglutina el mayor número de alojamientos, restaurantes, discotecas y clubes de todo el país.
El tinerfeño Tomás Perdigón, que lleva más de 20 años residiendo en Bali, reconoce que “después de los atentados de 2002 hubo una desbandada general; mucha gente se agolpaba en el aeropuerto queriendo salir del país, incluso personas que ya tenían establecida su residencia aquí”. “Algunos españoles resultaron heridos leves, pero no hubo víctimas nacionales”, añade Tomás, quien asegura que “Bali tardó mucho tiempo en recuperarse de aquello, y cuando lo estaba haciendo volvió a ser golpeada tres años después”.
Por eso, deja claro que “si fueran ciertas estas amenazas de Al Qaeda, de nuevo podría haber mucha gente que se marchara o que dejara de venir a Bali, una isla que siempre ha tenido una atracción especial para la gente”. Él y su esposa, nacidos en el Puerto de la Cruz, se salvaron de milagro, ya que apenas diez minutos antes de la explosión del artefacto colocado en el Sari Club, habían pasado en coche por la puerta del local, uno de los más conocidos y concurridos de la zona. El lugar, en el que ahora existe un monumento en recuerdo de las víctimas, es visitado diariamente por familiares y conocidos de los fallecidos, que depositan fotografías y ramos de flores sobre el mismo.
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Al Qaeda,
Atentados islamistas,
Bali
Osama Bin Laden: Una década de terror
Tras la muerte de Osama Bin Laden, el presidente de los Estados Unidos, Barack Obama anunció un “mundo más seguro”. Aquella afirmación no sería todo cierta si se tiene en cuenta el legado del terrorista de origen saudí, es decir, la organización terrorista yihadista Al Qaeda que fundó y los casi 10 años de terror desde los atentados terroristas del 11 de septiembre. A continuación una cronología de su accionar en la última década.
11 de setiembre del 2001: Al Qaeda realiza el mayor atentado terrorista en la historia de los Estados Unidos. Cerca de 3 mil personas murieron a causa del atentado mientras que otras 6 mil quedaron heridas.
17 septiembre 2001: Pakistán pide al régimen talibán de Afganistán entregar a Bin Laden para evitar un ataque masivo de las tropas norteamericanas.
5 octubre del 2001: Bin Laden aparece en un vídeo y llama a la Yihad. También amenaza a los Estados Unidos
7 octubre del 2001: Estados Unidos inicia la “Operación Libertad Duradera” contra el régimen de Afganistán y las bases de Al Qaeda.
11 setiembre 2002: Un año después del 11-S, Osama Bin Laden alaba la acción de los 19 terroristas que atacaron a los Estados Unidos.
12 octubre 2002: El brazo del sureste asiático de Al Qaeda, Yemah Islamiya, realiza un atentado en Bali (Indonesia) ocasionando la muerte de 202 personas, la mayoría turistas.
16 mayo 2003: El Grupo Islámico Combatiente Marroquí (GICM) realiza atentados suicidas que dejan cuarenta y cinco muertos.
18 octubre 2003: Bin Laden amenaza con atacar a los países que participen en la invasión a Irak, entre ellos España.
11 marzo 2004: Diez explosiones en cuatro trenes de Madrid causan 192 muertos y casi dos millares de heridos atribuidos al Grupo Islámico Combatiente Marroquí.
29 octubre 2004: Bin Laden irrumpe en la campaña electoral de EEUU con un vídeo en el que lee una carta al pueblo norteamericano. Por primera vez explica las causas y las consecuencias del 11-S: “fue ideado en 1982, cuando EEUU permitió a Israel invadir el Líbano”.
7 julio 2005: Cuatro explosiones, tres en el metro y una en un autobús, causan 56 muertos y 700 heridos en Londres.
23 julio 2005: 64 muertos y 100 heridos en varios atentados en la ciudad egipcia de Sharm el Sheij.
9 noviembre 2005: Tres terroristas causan 60 muertos en tres hoteles de lujo en Amman (Jordania).
29 noviembre 2007: Bin Laden insta a los europeos a concluir su participación en Afganistán y reafirma su responsabilidad en los atentados del 11-S.
19 marzo 2008: Amenaza a Europa por su actitud ante las “caricaturas insultantes” de Mahoma y arremete contra el Papa Benedicto XVI.
21 enero 2011: El líder terrorista amenaza con matar a los rehenes franceses que sean secuestrados por su grupo, si los soldados de este país no se retiran de Afganistán.
28 abril 2011: Un atentado contra el corazón turístico de Marraquech (Marruecos) causa 16 muertos. Las autoridades marroquíes señalan a Al Qaeda.
1 mayo 2011: Muere Osama Bin Laden en una operación estadounidense, en Pakistán.
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Al Qaeda en el Magreb Islámico había amenazado a Marruecos antes del atentado
(AFP) – 29/04/2011
RABAT — Un vídeo atribuido a la organización Al Qaeda en el Magreb Islámico (AQMI), colgado en internet, había amenazado a Marruecos tres días antes del atentado sangriento del jueves en Marrakech (sur).
Este vídeo, colgado el 25 de abril en YouTube, presenta a cinco jóvenes armados, entre ellos uno enmascarado que anunció su intención de defender a los prisioneros detenidos en Marruecos.
"Me dirijo al mundo musulmán en general y a Marruecos en particular que libra una guerra despiadada contra los musulmanes", asegura el joven, identificado como Abú Abderramán Al Magribi, marroquí y miembro de AQMI.
"Digo a estos impíos de Marruecos y a sus perros cómplices, así como a todos sus servicios y espías que estamos aquí", asegura el joven enmascarado, que dice hablar desde Argelia. "Digo a los impíos marroquíes: hasta cuándo van a seguir deteniendo a creyentes en las cárceles de Marruecos, y sobre todo en Salé", la ciudad gemela de Rabat, según un video citado por el diario marroquí Akhbar Al Yaoum.
"Digo a mis hermanos, prisioneros y oprimidos, paciencia. Vuestra causa es la nuestra y vuestras preocupaciones son las nuestras. La hora de la victoria es inminente", añadió.
Un artefacto explosivo muy potente, activado a distancia, fue utilizado en el atentado del jueves, anunció este viernes en Rabat el ministro marroquí del Interior, Taeb Cherkaoui. "Las primeras investigaciones concluyen que se utilizó un producto explosivo compuesto de nitrato y peróxido de acetona (TATP) con clavos activado a distancia", dijo Taeb Cherkaoui, en una comparecencia ante una comisión parlamentaria.
"Los que optan por ese modo de acción son conocidos, lo que nos permite pensar que sigue habiendo un peligro y debemos permanecer vigilantes y prudentes", agregó el ministro.
AQMI niega toda implicación en el atentado de... por euronews-es
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RABAT — Un vídeo atribuido a la organización Al Qaeda en el Magreb Islámico (AQMI), colgado en internet, había amenazado a Marruecos tres días antes del atentado sangriento del jueves en Marrakech (sur).
Este vídeo, colgado el 25 de abril en YouTube, presenta a cinco jóvenes armados, entre ellos uno enmascarado que anunció su intención de defender a los prisioneros detenidos en Marruecos.
"Me dirijo al mundo musulmán en general y a Marruecos en particular que libra una guerra despiadada contra los musulmanes", asegura el joven, identificado como Abú Abderramán Al Magribi, marroquí y miembro de AQMI.
"Digo a estos impíos de Marruecos y a sus perros cómplices, así como a todos sus servicios y espías que estamos aquí", asegura el joven enmascarado, que dice hablar desde Argelia. "Digo a los impíos marroquíes: hasta cuándo van a seguir deteniendo a creyentes en las cárceles de Marruecos, y sobre todo en Salé", la ciudad gemela de Rabat, según un video citado por el diario marroquí Akhbar Al Yaoum.
"Digo a mis hermanos, prisioneros y oprimidos, paciencia. Vuestra causa es la nuestra y vuestras preocupaciones son las nuestras. La hora de la victoria es inminente", añadió.
Un artefacto explosivo muy potente, activado a distancia, fue utilizado en el atentado del jueves, anunció este viernes en Rabat el ministro marroquí del Interior, Taeb Cherkaoui. "Las primeras investigaciones concluyen que se utilizó un producto explosivo compuesto de nitrato y peróxido de acetona (TATP) con clavos activado a distancia", dijo Taeb Cherkaoui, en una comparecencia ante una comisión parlamentaria.
"Los que optan por ese modo de acción son conocidos, lo que nos permite pensar que sigue habiendo un peligro y debemos permanecer vigilantes y prudentes", agregó el ministro.
AQMI niega toda implicación en el atentado de... por euronews-es
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Los atentados más sangrientos de la historia de Al Qaida
Desde que Bin Laden y Al Zawahiri iniciaran su «guerra santa» en 1988, Al Qaida y sus grupos afines han protagonizado ataques devastadores en todo el mundo... desde Madrid a Nueva York, África u Oriente Próximo
Desde que Osama Bin Laden creara la base de datos que dio nombre a «Al Qaida», con la información de 35.000 voluntarios muyahidines que habían luchado en la guerra de Afganistan contra los rusos, en 1988, la red terrorista no ha parado de crecer y ramificarse hasta convertirse en la más mortífera y perseguida del mundo. Estos son 10 de sus 10 atentados más devastadores:
1.-World Trade Center (1993):
Las bombas colocadas en los sótanos de las Torres Gemelas de Nueva York pueden considerarse el primer gran atentado de la historia de Al Qaida. Ocurrió el 26 de febrero. Murieron seis personas y resultaron heridas otras 1.000, lo que puede considerarse casi como un milagro teniendo en cuenta que en el rascacielos trabajaban cerca de 40.000 personas. «La violentísima explosión que sacudió ayer desde el sótano hasta el último de los ciento diez pisos del World Trade Center, el segundo edificio más alto del mundo, ha sido causada por una bomba, instalada probablemente en un vehículo en un garaje del tercer piso por debajo del nivel de la calle», contaba el corresponsal de ABC en Nueva York. La policía recibió, al parecer, siete reivindicaciones del atentado de diversos grupos.
2.-Embajadas de EE.UU. en Kenia y Tanzania (1998):
Dos coches explosionaron el 7 de agosto cerca de las sedes diplomáticas estadounidenses en Nairobi y Dar-es-Salaam, la ciudad más poblada de Tanzania. Murieron 224 personas, incluidos varios diplomáticos norteamericanos, y se produjeron más de 1.000 heridos. Esto ocurría días después de que el grupo integrista egipcio de la Yihad islámica hubiera lanzado amenazas contra los intereses nortamericanos. El presidente Clinton prometía que no se ahorrarían recursos para castigar a los responsables de aquellos atentados «aborrecibles e inhumanos». «Sangriento golpe contra EE.UU. en el corazón de África», titulaba en portada ABC.
3.-Atentados del 11-S (2001):
El atentando que acabó con la Torres Gemelas es, por número de víctimas, el más devastador de la historia contemporánea. Fue perpetrado contra el corazón financiero del país más poderoso del mundo, ocho años después del atentado de 1993, sólo que esta vez, las gigantescas torres de 110 plantas, más de 500 metros de altura, 198 ascensores y una superficie de 800.000 m² no aguantaron el ataque. Dos aviones comerciales fueron secuestrados y empotrados contra ambos edificios, un tercero contra el Pentágono y otro se estrelló en Pensilvania. Nunca antes habían muerto más de 3.000 personas en un mismo atentado, en el que resultaron heridos otros 6.000. Aquella masacre, tal y como señalaba ABC en portada, era interpretada por el presidente Bush como una declaración de guerra contra Occidente, donde Osama Bin Laden ya era señalado como el «enemigo público número uno». Comenzaba una nueva época de la historia comtemporánea.
4.-Discoteca en Bali (2002):
El 12 de octubre, un coche bomba hizo explosión junto a una discoteca de la capital de Indonesia, provocando una masacre de 202 muertos y 300 heridos, en su mayoría extranjeros. Entre las víctimas se encontraba gran parte del equipo de fútbol australiano de Kingsley, que había acudido al local donde se produjo la mayor carnicería. «La discoteca entera se vino abajo cuando aún estábamos dentro; algunos logramos salir y otros no», declaró Damon Brinson, uno de los miembros del equipo que salvó la vida.
5.-Atentado de Riad (2003):
Un triple atentado suicida contra tres complejos residenciales en la capital de Arabia Saudí, donde vivían numerosos occidentales, provocó 47 muertos, 9 de ellos estadounidenses, y más de 200 heridos, 50 también de origen norteamericano. Entre ellos, los 12 kamikazes, que adosaron a su cuerpo la carga explosiva. Sobre cómo se produjo el atentado en un lugar habitualmente muy vigilado, el 12 de mayo de 2003, testigos presenciales explicaron que nueve asaltantes abatieron a tiros a un guardian para poder atravesar la entrada principal de uno de los complejos de 280 viviendas. «Los autores hicieron entrar un vehículo para hacer explotar una carga explosiva. Tras la explosión se escucharon disparos de armas ligeras. La deflagración fue de tal intensidad que rompió todos los cristales en un radio de un kilómetro y medio», contaba ABC, que explicaba, además, que aquella matanza podía estar relacionado con el artículo publicado en la BBC, cuatro días antes, donde Roger Hardy, su analista para Oriente Próximo, explicaba que Al Qaida estaba disminuida pero no acabada y que un nuevo portavoz de la red terrorista había dicho poco antes que «un nuevo ataque contra Amércia en la escala del 11 de septiembre era inevitable».
6.-Atentado contra los kurdos en Irak (2004):
Un doble atentado suicida en las sedes de los dos principales partidos del Kurdistán (el PDK y el UPK), fue perpetrado el 1 de febrero de 2004 con «dos bombas humanas», matando finalmente a 105 personas en la ciudad de Erbil, al norte de Irak. Aquella se convirtió en la jornada más sangrienta sufrida en Irak tras la guerra, cuyos objetivos no eran otros que los dos partidos kurdos que, aunque enfrentados entre sí, colaboraron con Estados Unidos en el derrocamiento de Sadam. Los ataques se produjeron casi simultáneamente, a las 10:55 y a las 11:00, cuando las oficinas de ambas congregaciones políticas se hallaban abarrotadas de hombres, muchos de ellos notables de la ciudad.
7.-El 11-M en Madrid (2004):
A las 7:39 horas del 11 de marzo de 2004, y en tan sólo cuatro minutos, diez mochilas-bomba cargadas con entre 13 y 15 kilos de dinamita cada una hacían saltar por los aires cuatro trenes repletos de trabajadores y estudiantes, en las estaciones de Atocha, El Pozo del Tío Raimundo y Santa Eugenia. Casi 200 muertos y 1.858 heridos fueron el balance del peor atentado de la historia de España y el segundo de Europa -tras el acaecido en Lockerbie en 1988, en el que fallecieron 259 pasajeros de un avión y 11 vecinos del pueblo escocés-, que se producía a tan sólo tres días de las elecciones generales.
8.-La masacre de Mosul y Baaquba (2004):
El 24 de junio de 2004, la guerrilla iraquí lanzaba una de sus mayores ofensivas hasta el momento en las principales ciudades del denominado «Triángulo suní». Faltaban sólo seis días para que Estados Unidos devolviera la soberanía al nuevo Gobierno iraquí. Fueron varios ataques planificado y prácticamente simultáneos contra la Policía, que dejaron un negro balance de más de 100 muertos y 300 heridos en estos bastiones sunitas al norte y al oeste de Bagdad (Mosul y Baaquba). «Un terrorífico embate -contaba ABC- con el que los insurgentes dan a entender que están organizados y cuentan con una creciente capacidad de destrucción; que están dispuestos a hacer la vida imposible al nuevo Gobierno y que son los dueños del siniestro juego seguido en la región suní de Irak».
9.-El mayor atentado desde la caída de Sadam (2005):
Un coche bomba, conducido por un terrorista suicida, hizo explosión el 28 de febrero de 2005 ante un multitud que hacía cola en un centro de reclutamiento de la Policía y la Guardia Nacional en la localidad de Hilla, en la provincia de Babilonia, a 95 kilómetros al sur de Bagdad. Murieron 118 personas y resultaron heridas casi 150. Abú Mussa Al Zarqaui, jefe de Al Qaida en Irak, reivindica este atentado, el más mortífero en una sola explosión desde la caída de Saddam Hussein en abril de 2003. La explosión fue tan potente que el automovil quedó absolutamente destrozado y sólo se pudieron inspeccionar algunos restos del motor.
10.-El 7-J de Londres (2005):
La última gran mantanza de Al Qaida en Occidente se produjo en la capital inglesa, y se produjo siguiendo el mismo patrón que el útilizado en atocha 15 meses antes. Esta vez el ataque de los terroristas se produjo contra el subterráneo y un ómnibus, durante el primer día de la reunión del G8 en Gleneagles (Escocia). El número de muertos ascendió a 56 y el de heridos a 700. Los testigos presenciales describieron escenas «horrorosas», con cuerpos amputados y ensangrentados en el interior de los vagones «desvendijados en la oscuridad».«Del cielo al infierno en cuestión de segundos», contaba el periódico, que aseguraba que «el primer ministro británico Tony Blair ha visto truncados su sueño olímpico y la sensación de euforia justo cuando acababa de iniciar los seis meses de presidencia europea».
ISRAEL VIANA / MADRID
ABC.es
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Desde que Osama Bin Laden creara la base de datos que dio nombre a «Al Qaida», con la información de 35.000 voluntarios muyahidines que habían luchado en la guerra de Afganistan contra los rusos, en 1988, la red terrorista no ha parado de crecer y ramificarse hasta convertirse en la más mortífera y perseguida del mundo. Estos son 10 de sus 10 atentados más devastadores:
Las bombas colocadas en los sótanos de las Torres Gemelas de Nueva York pueden considerarse el primer gran atentado de la historia de Al Qaida. Ocurrió el 26 de febrero. Murieron seis personas y resultaron heridas otras 1.000, lo que puede considerarse casi como un milagro teniendo en cuenta que en el rascacielos trabajaban cerca de 40.000 personas. «La violentísima explosión que sacudió ayer desde el sótano hasta el último de los ciento diez pisos del World Trade Center, el segundo edificio más alto del mundo, ha sido causada por una bomba, instalada probablemente en un vehículo en un garaje del tercer piso por debajo del nivel de la calle», contaba el corresponsal de ABC en Nueva York. La policía recibió, al parecer, siete reivindicaciones del atentado de diversos grupos.
2.-Embajadas de EE.UU. en Kenia y Tanzania (1998):
Dos coches explosionaron el 7 de agosto cerca de las sedes diplomáticas estadounidenses en Nairobi y Dar-es-Salaam, la ciudad más poblada de Tanzania. Murieron 224 personas, incluidos varios diplomáticos norteamericanos, y se produjeron más de 1.000 heridos. Esto ocurría días después de que el grupo integrista egipcio de la Yihad islámica hubiera lanzado amenazas contra los intereses nortamericanos. El presidente Clinton prometía que no se ahorrarían recursos para castigar a los responsables de aquellos atentados «aborrecibles e inhumanos». «Sangriento golpe contra EE.UU. en el corazón de África», titulaba en portada ABC.
3.-Atentados del 11-S (2001):
El atentando que acabó con la Torres Gemelas es, por número de víctimas, el más devastador de la historia contemporánea. Fue perpetrado contra el corazón financiero del país más poderoso del mundo, ocho años después del atentado de 1993, sólo que esta vez, las gigantescas torres de 110 plantas, más de 500 metros de altura, 198 ascensores y una superficie de 800.000 m² no aguantaron el ataque. Dos aviones comerciales fueron secuestrados y empotrados contra ambos edificios, un tercero contra el Pentágono y otro se estrelló en Pensilvania. Nunca antes habían muerto más de 3.000 personas en un mismo atentado, en el que resultaron heridos otros 6.000. Aquella masacre, tal y como señalaba ABC en portada, era interpretada por el presidente Bush como una declaración de guerra contra Occidente, donde Osama Bin Laden ya era señalado como el «enemigo público número uno». Comenzaba una nueva época de la historia comtemporánea.
4.-Discoteca en Bali (2002):
El 12 de octubre, un coche bomba hizo explosión junto a una discoteca de la capital de Indonesia, provocando una masacre de 202 muertos y 300 heridos, en su mayoría extranjeros. Entre las víctimas se encontraba gran parte del equipo de fútbol australiano de Kingsley, que había acudido al local donde se produjo la mayor carnicería. «La discoteca entera se vino abajo cuando aún estábamos dentro; algunos logramos salir y otros no», declaró Damon Brinson, uno de los miembros del equipo que salvó la vida.
Un triple atentado suicida contra tres complejos residenciales en la capital de Arabia Saudí, donde vivían numerosos occidentales, provocó 47 muertos, 9 de ellos estadounidenses, y más de 200 heridos, 50 también de origen norteamericano. Entre ellos, los 12 kamikazes, que adosaron a su cuerpo la carga explosiva. Sobre cómo se produjo el atentado en un lugar habitualmente muy vigilado, el 12 de mayo de 2003, testigos presenciales explicaron que nueve asaltantes abatieron a tiros a un guardian para poder atravesar la entrada principal de uno de los complejos de 280 viviendas. «Los autores hicieron entrar un vehículo para hacer explotar una carga explosiva. Tras la explosión se escucharon disparos de armas ligeras. La deflagración fue de tal intensidad que rompió todos los cristales en un radio de un kilómetro y medio», contaba ABC, que explicaba, además, que aquella matanza podía estar relacionado con el artículo publicado en la BBC, cuatro días antes, donde Roger Hardy, su analista para Oriente Próximo, explicaba que Al Qaida estaba disminuida pero no acabada y que un nuevo portavoz de la red terrorista había dicho poco antes que «un nuevo ataque contra Amércia en la escala del 11 de septiembre era inevitable».
Un doble atentado suicida en las sedes de los dos principales partidos del Kurdistán (el PDK y el UPK), fue perpetrado el 1 de febrero de 2004 con «dos bombas humanas», matando finalmente a 105 personas en la ciudad de Erbil, al norte de Irak. Aquella se convirtió en la jornada más sangrienta sufrida en Irak tras la guerra, cuyos objetivos no eran otros que los dos partidos kurdos que, aunque enfrentados entre sí, colaboraron con Estados Unidos en el derrocamiento de Sadam. Los ataques se produjeron casi simultáneamente, a las 10:55 y a las 11:00, cuando las oficinas de ambas congregaciones políticas se hallaban abarrotadas de hombres, muchos de ellos notables de la ciudad.
7.-El 11-M en Madrid (2004):
A las 7:39 horas del 11 de marzo de 2004, y en tan sólo cuatro minutos, diez mochilas-bomba cargadas con entre 13 y 15 kilos de dinamita cada una hacían saltar por los aires cuatro trenes repletos de trabajadores y estudiantes, en las estaciones de Atocha, El Pozo del Tío Raimundo y Santa Eugenia. Casi 200 muertos y 1.858 heridos fueron el balance del peor atentado de la historia de España y el segundo de Europa -tras el acaecido en Lockerbie en 1988, en el que fallecieron 259 pasajeros de un avión y 11 vecinos del pueblo escocés-, que se producía a tan sólo tres días de las elecciones generales.
El 24 de junio de 2004, la guerrilla iraquí lanzaba una de sus mayores ofensivas hasta el momento en las principales ciudades del denominado «Triángulo suní». Faltaban sólo seis días para que Estados Unidos devolviera la soberanía al nuevo Gobierno iraquí. Fueron varios ataques planificado y prácticamente simultáneos contra la Policía, que dejaron un negro balance de más de 100 muertos y 300 heridos en estos bastiones sunitas al norte y al oeste de Bagdad (Mosul y Baaquba). «Un terrorífico embate -contaba ABC- con el que los insurgentes dan a entender que están organizados y cuentan con una creciente capacidad de destrucción; que están dispuestos a hacer la vida imposible al nuevo Gobierno y que son los dueños del siniestro juego seguido en la región suní de Irak».
9.-El mayor atentado desde la caída de Sadam (2005):
Un coche bomba, conducido por un terrorista suicida, hizo explosión el 28 de febrero de 2005 ante un multitud que hacía cola en un centro de reclutamiento de la Policía y la Guardia Nacional en la localidad de Hilla, en la provincia de Babilonia, a 95 kilómetros al sur de Bagdad. Murieron 118 personas y resultaron heridas casi 150. Abú Mussa Al Zarqaui, jefe de Al Qaida en Irak, reivindica este atentado, el más mortífero en una sola explosión desde la caída de Saddam Hussein en abril de 2003. La explosión fue tan potente que el automovil quedó absolutamente destrozado y sólo se pudieron inspeccionar algunos restos del motor.
La última gran mantanza de Al Qaida en Occidente se produjo en la capital inglesa, y se produjo siguiendo el mismo patrón que el útilizado en atocha 15 meses antes. Esta vez el ataque de los terroristas se produjo contra el subterráneo y un ómnibus, durante el primer día de la reunión del G8 en Gleneagles (Escocia). El número de muertos ascendió a 56 y el de heridos a 700. Los testigos presenciales describieron escenas «horrorosas», con cuerpos amputados y ensangrentados en el interior de los vagones «desvendijados en la oscuridad».«Del cielo al infierno en cuestión de segundos», contaba el periódico, que aseguraba que «el primer ministro británico Tony Blair ha visto truncados su sueño olímpico y la sensación de euforia justo cuando acababa de iniciar los seis meses de presidencia europea».
ISRAEL VIANA / MADRID
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